
La circuncisión ha demostrado en los últimos días ser un proceso quirúrgico que, realizado de la manera incorrecta, puede conllevar la muerte del bebé al que se le realiza. Un niño falleció en Almería por realizarle esta práctica de manera clandestina, por lo que tanto los padres como el ejecutor fueron arrestados.
Este hecho, que en muchos casos viene dado por motivos religiosos, cuenta con siglos de antigüedad. Destaca el judaísmo como principal promotor actual de este proceso, aunque los expertos señalan que en el cristianismo también se realizaba. Desde la BBC indican que esta es la cirugía más antigua del mundo y que se originó hace 15.000 años en Egipto por motivos de higiene y creencias espirituales.
Consiste en extirpar la parte de piel que cubre parcial o completamente la punta del pene. Según la Organización Healthy Children, “esta elimina parte del prepucio de modo que el glande y la abertura de la uretra queden expuestas al aire”. Desde Kids Health han señalado que este proceso quirúrgico se realiza generalmente en los primeros diez días de vida del bebé, incluso antes de las 48 horas. En el caso de tratarse de una recomendación pediátrica se ejecuta en un hospital. Por el contrario, si es un motivo religioso se suele practicar en la casa de la propia familia.

Para qué se hace
Entre los motivos que propician esta intervención médica puede darse que “el prepucio esté demasiado tenso para retraerse sobre la punta del pene”, según indican desde Mayo Clinic. Esto se denomina fimosis y puede desarrollar en un largo plazo, causando hinchazón y malestar. La circuncisión también se trata de una recomendación para evitar el riesgo de contraer el VIH, así como infecciones en el tracto urinario y cáncer de pene. Si bien esta permite una mejor higiene de la zona, se puede enseñar a los niños a lavarse adecuadamente por debajo del prepucio y evitar problemas de salud posteriores.
No obstante, no estar circuncidado tampoco suele causar problemas y estos se pueden solucionar con un correcto cuidado del pene, según indican desde Mayo Clinic. Por otro lado, Healthy Children destaca que “los datos no son suficientes para recomendar la circuncisión neonatal de rutina”. Por ello, cuando nace un bebé en un hospital no se realiza este proceso a no ser que sea estrictamente necesario.
Riesgos de la circuncisión
Los riesgos generales que pueden surgir con esta práctica son poco frecuentes y graves. Destaca el sangrado, posibilidad de contraer alguna infección, que se extraiga más o menos piel de lo estipulado o que se forme tejido cicatricial, según la organización Kids Health. Desde Mayo Clinic han informado de que “estos riesgos son menores cuando la intervención la realiza un médico, como un ginecólogo-obstetra, un urólogo o un pediatra”. Sin embargo, el problema reside en realizarla de manera clandestina por cualquier convicción personal, sin contar con un equipo médico capacitado y unas instalaciones adecuadas.
Por otro lado, los expertos han manifestado que la circuncisión no afecta a la fertilidad futura del niño pequeño, ni tampoco en la experimentación de placer sexual. No obstante, lo que destaca de este proceso es su dolor. Antes no se acostumbraba a dar medicación a los bebés, pero ahora se opta por recetar analgésicos y ya no provoca un gran malestar.