Uno de cada tres accidentes laborales que terminan en baja médica es por un sobreesfuerzo físico: cambios en la prevención en el sector sanitario

Este tipo de incidentes, que involucran principalmente la manipulación manual de cargas, son la principal causa de trastornos musculoesqueléticos (TME), que constituyen el 78% de las enfermedades profesionales en España

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Movilización de un paciente en
Movilización de un paciente en el hospital. (Gobierno de Canarias)

Si tu trabajo requiere esfuerzos físicos tienes más probabilidades de sufrir un accidente laboral que derive en una baja médica. Seguramente, todos en algún momento de nuestra vida hemos visto la fotografía de un grupo de once obreros comiendo en lo alto de un rascacielos de Nueva York. Y aunque formaba parte de una campaña publicitaria que quería impulsar la creencia de que la ciudad era un lugar sin miedo para afrontar proyectos, lo cierto es que representa el mayor temor de cualquier equipo de prevención de riesgos laborales. Por suerte, hoy en día es inimaginable trabajar con tan poca seguridad y, lejos de romantizarse, una imagen de ese calibre hoy generaría rechazo. Pero aun así, todavía queda camino por delante para que exista una conciencia real de los peligros en el lugar de trabajo.

En el último informe presentado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), se ha revelado que un 29% de los accidentes laborales que resultan en baja en España se deben a sobreesfuerzos físicos. Este tipo de incidentes, que involucran principalmente la manipulación manual de cargas, son la principal causa de trastornos musculoesqueléticos (TME), que constituyen el 78% de las enfermedades profesionales en España.

El informe, que corresponde a las estadísticas de 2024, muestra que, a pesar de un leve descenso en la cifra de accidentes laborales de este tipo en comparación con el año anterior (-4,8%), el problema sigue siendo una de las principales preocupaciones en cuanto a seguridad laboral. En 2024, se registraron 156.898 accidentes de trabajo provocados por sobreesfuerzos físicos, lo que evidencia la magnitud del desafío.

Los riesgos de la manipulación manual de cargas

La manipulación manual de cargas, una actividad común en sectores como la industria, la construcción, la sanidad, el transporte, la hostelería y el mantenimiento, es uno de los factores de riesgo más destacados en estos accidentes. Se refiere a cualquier operación que implique el transporte, levantamiento, colocación, empuje o tracción de una carga que, debido a su peso, tamaño o condiciones inadecuadas, puede generar lesiones, especialmente en la zona dorsolumbar.

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En este contexto, el INSST ha actualizado su Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos derivados de la manipulación manual de cargas. Este documento, que ahora incluye métodos más específicos para la evaluación de riesgos y nuevas recomendaciones para mejorar la prevención, hace especial hincapié en la importancia de evitar la manipulación manual siempre que sea posible. En caso de ser inevitable, se deben implementar medidas para reducir al máximo los riesgos derivados de la carga.

Novedades en la movilización de personas

Uno de los cambios más significativos en esta nueva versión de la guía es la sustitución del método único de evaluación por una serie de enfoques específicos, adaptados a las diversas situaciones laborales. De este modo, se busca que las empresas puedan adoptar soluciones más precisas y eficientes según las características de cada tarea.

El Real Decreto 487/1997, que establece disposiciones mínimas de seguridad y salud para la manipulación manual de cargas, sigue siendo la norma de referencia en la materia. No obstante, la guía técnica actualizada también incluye un nuevo apéndice sobre la movilización de personas, un aspecto clave en sectores como el sanitario y sociosanitario, donde las tareas de transferencia y movilización de pacientes son frecuentes.

En este sentido, la nueva edición de la guía incluye un apéndice específico dedicado a esta actividad, abordando tanto las técnicas correctas para realizar estas tareas como las ayudas mecánicas que pueden minimizar el riesgo de lesiones. Esto es especialmente relevante en entornos como hospitales y residencias, donde el trabajo requiere frecuentemente mover a personas con movilidad reducida o pacientes en estado delicado. Para mejorar la gestión de estos riesgos, el documento sugiere métodos de evaluación específicos adaptados a las condiciones del sector sanitario, incluyendo el uso de herramientas como el método REBA (Rapid Entire Body Assessment) y otros enfoques ergonómicos, que permiten identificar el nivel de riesgo de los movimientos repetitivos y las posturas adoptadas durante la movilización de pacientes.

Un trasplante en el hospital
Un trasplante en el hospital 12 de Octubre de Madrid. (Europa Press)

La guía destaca la importancia de tomar medidas preventivas adecuadas para evitar la manipulación manual en tareas de alto riesgo. En este sentido, se recomienda utilizar ayudas técnicas como grúas de transferencia, sábanas deslizantes y tablas de transferencia, que pueden reducir significativamente la carga física en los trabajadores. También se enfatiza la necesidad de entrenar a los trabajadores en técnicas de movilización segura y la importancia de fomentar una cultura de seguridad laboral que valore el bienestar tanto de los pacientes como de los empleados.

También se pone derelieve que, además de la manipulación de cargas pesadas, las posturas forzadas, los esfuerzos repetitivos y la falta de descanso adecuado son factores que aumentan el riesgo de lesiones. Por ello, se recomienda que las tareas que impliquen un sobreesfuerzo físico sean alternadas con períodos de descanso y que se utilicen ayudas mecánicas siempre que sea posible.

La importancia de la formación y la evaluación continua

El INSST recalca la necesidad de contar con programas de formación específicos para los trabajadores que realicen tareas de manipulación manual de cargas. Estos programas deben incluir no solo la enseñanza de técnicas de levantamiento adecuadas, sino también una formación general sobre los riesgos y las medidas preventivas disponibles.

Además, se insiste en la importancia de realizar evaluaciones periódicas de los riesgos, adaptadas a las características de cada puesto de trabajo y teniendo en cuenta factores como el peso de las cargas, las distancias recorridas y las condiciones del entorno laboral. La evaluación constante permite identificar situaciones de riesgo antes de que se conviertan en accidentes y adoptar las medidas preventivas más adecuadas.

El informe también destaca el compromiso de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, que busca fortalecer la gestión de los riesgos ergonómicos, especialmente en sectores con alta incidencia de trastornos musculoesqueléticos, como la sanidad y los servicios de asistencia domiciliaria. La estrategia enfatiza la necesidad de mejorar las condiciones laborales en pequeñas y medianas empresas, que a menudo carecen de recursos para implementar soluciones de prevención adecuadas.

Riesgo de enfermades crónicas

Los accidentes laborales causados por sobreesfuerzos físicos tienen un impacto significativo tanto en la salud de los trabajadores como en la economía. Además del coste económico directo asociado a los accidentes y las bajas laborales, los trastornos musculoesqueléticos pueden derivar en enfermedades crónicas, lo que genera una carga adicional para los sistemas de salud y una disminución de la productividad.

La prevención de estos accidentes es, por tanto, una prioridad no solo desde el punto de vista de la salud laboral, sino también para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de las empresas. La adopción de medidas preventivas, como el uso de equipos mecánicos para la manipulación de cargas y la mejora de las condiciones de trabajo, no solo protege la salud de los trabajadores, sino que también contribuye a un entorno laboral más seguro y productivo.