
Una patrulla del destacamento de Tráfico de Corcubión interceptó en la madrugada del sábado a un camión de 40 toneladas que circulaba a una velocidad de 168 kilómetros por hora en la carretera CG-1.5, conocida como el corredor Brión-Noia. Esta vía cuenta con un límite de velocidad de 90 kilómetros por hora, lo que pone en evidencia la gravedad del exceso cometido por el conductor. El incidente tuvo lugar alrededor de las 04:30 horas, en el contexto de una campaña específica de vigilancia y control de velocidad promovida por la Dirección General de Tráfico.
Los agentes que se encontraban realizando labores de control observaron que el vehículo pesado circulaba de manera inestable, con maniobras erráticas y peligrosos vaivenes que ponían en claro peligro la seguridad vial. Debido a esta conducta temeraria, decidieron proceder a la detención inmediata del camión, que en ese momento transportaba mercancías perecederas. La maniobra fue llevada a cabo con precaución, dada la naturaleza de la carga y las condiciones de circulación en ese tramo.
Velocidad mantenida por encima de lo permitido

Al realizar una inspección más detallada del vehículo, los agentes accedieron al tacógrafo, dispositivo encargado de registrar parámetros como la velocidad y los tiempos de conducción y descanso. Los datos extraídos revelaron que el camión había mantenido una velocidad sostenida de 120 kilómetros por hora en varios tramos, con picos de hasta 168 kilómetros por hora, muy por encima de lo permitido para este tipo de vehículos. La normativa establece que los camiones con una masa máxima autorizada superior a los 3.500 kilos deben contar con un limitador de velocidad que impida superar los 90 kilómetros por hora, algo que en este caso no se estaba cumpliendo.
La situación llevó a que el conductor fuera denunciado por un presunto delito de conducción temeraria, lo cual conlleva sanciones graves como la retirada de seis puntos del carné de conducir. Además de esta imputación principal, se sumaron varias infracciones administrativas relacionadas con el funcionamiento defectuoso del limitador de velocidad y la ausencia de autorización necesaria para efectuar transporte público de mercancías. Asimismo, el conductor incumplía la normativa relativa a los tiempos obligatorios de conducción y descanso, aspecto especialmente vigilado en el transporte profesional por su impacto directo en la seguridad en carretera.
Orden de busca y captura
Durante el proceso de identificación del conductor, los agentes descubrieron que sobre él pesaba una orden judicial de busca y captura emitida desde un juzgado de Gijón por un delito anterior de daños. Ante esta circunstancia, se procedió a su detención y traslado a los calabozos de la Guardia Civil en Boiro, donde quedó a disposición de la autoridad judicial competente.
Desde la Guardia Civil se advierte que este tipo de comportamientos representan un grave riesgo para el resto de los usuarios de la vía. La velocidad excesiva figura entre las principales causas de siniestralidad en carretera, y casos como este, en los que se combinan peso, velocidad y una conducción negligente, suponen una amenaza de gran magnitud. La situación ha sido calificada por los propios agentes como un hecho sin precedentes en la provincia de A Coruña, dado que rara vez se detecta un camión de gran tonelaje circulando a velocidades tan elevadas. A pesar de la gravedad de la infracción, no se registraron daños personales, lo que ha sido valorado como una circunstancia afortunada dada la peligrosidad del suceso.