
La Unión Europea tiene un objetivo claro a corto plazo: acabar con los plásticos de un solo uso. El Parlamento Europeo aprobó a mediados de 2024 una serie de normas para reducir, reutilizar y reciclar los envases que se utilizan en barUnión es, restaurantes y hogares del continente.
Las medidas, enfocadas especialmente en los plásticos, se reunieron a finales de 2024 en el Reglamento 2025/40 de Envases y Residuos de Envases. Después de eliminar las pajitas y la cubertería de plástico, la aplicación de estas normas supondrá la prohibición de objetos tan comunes como los sobres de condimentos. El Reglamento se publicó en el BOE el 22 de enero de 2025, pero estas medidas no entrarán en vigor hasta enero de 2030, dentro de cinco años.
¿Qué plásticos prohíbe la Unión Europea?

Según establece el reglamento europeo, los operadores económicos no podrán introducir en el mercado envases en formatos de un solo uso. Todas las presentaciones prohibidas vienen recogidas en el anexo V y afectan especialmente al sector de la hostelería.
Para hoteles, restaurantes, bares o cafeterías, “no deben autorizarse los envases de plástico de un solo uso para alimentos y bebidas rellenados y consumidos dentro de las instalaciones”, cita el texto. Esto tendrá una traducción concreta en el uso de vasos y platos desechables, que no podrán utilizarse dentro de los establecimientos. Asimismo, deberán ofrecer a los consumidores “la opción de adquirir alimentos y bebidas para llevar en recipientes reutilizables, o en sus propios recipientes”.
Más allá de estos elementos, el anexo V establece restricciones específicas para “los envases de plástico de un solo uso para condimentos, conservas, salsas, leche para el café, azúcar y aliños”, cuando sean de porciones individuales. Siempre que vayan a utilizarse dentro del establecimiento, los negocios deberán decir adiós a los sobres de kétchup y mostaza, de azúcar, los envases de leche para el café o de aliños como el aceite y el vinagre, entre otros.
Los hoteles tampoco se libran: a partir de 2030, no podrán ofrecer a sus clientes “envases de un solo uso para productos cosméticos, higiénicos y de aseo para su uso en el sector del alojamiento”. Es decir, Europa se despedirá de los botes de champú, gel y otros productos ofrecidos por cortesía en las habitaciones de hoteles.
Excepciones a la norma
El reglamento europeo ofrece, no obstante, algunas excepciones a estas restricciones. Los sobres de condimentos podrán utilizarse si la comida ofrecida va a consumirse fuera del restaurante. También serán permitidos “para garantizar la seguridad y la higiene en los establecimientos en los que, por motivos médicos, sea preciso dispensar cuidados individualizados, como hospitales, clínicas o residencias con asistencia médica“.
También quedarán excluidos de la norma, siempre que los países lo decidan de forma individual, las microempresas “cuando se haya demostrado que no es técnicamente viable no utilizar dichos envases ni lograr acceder a infraestructuras necesarias para el funcionamiento de un sistema de reutilización”.
Todos estos cambios deberán aplicarse antes del 1 de enero de 2023, momento en que entrará la prohibición en vigor. La Comisión Europea tendrá hasta el 12 de febrero de 2032 para evaluar el impacto medioambiental de estas medidas y valorar la disponibilidad de otras soluciones de envasado diferentes al plástico, que mantengan las mismas cualidades de seguridad e higiene.