
El accidente del helicóptero que se estrelló el pasado jueves en el río Hudson de Nueva York ha dejado seis muertos. La familia española, que viajaba a bordo, falleció cuando este cayó al agua, entre Manhattan y la costa de Nueva Jersey. Tras el desastre, se ha abierto una investigación para poder esclarecer las causas del accidente. Este, junto al anterior percance en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington, donde el incidente de un avión dejó más de 60 fallecidos, ha puesto de manifiesto la escasa seguridad aérea de Estados Unidos.
Las pesquisas hasta ahora realizadas han señalado que el helicóptero no llevaba instrumentos de registro de incidencias, según ha adelantado Europa Press. No contaba con grabadoras de vídeo ni cámaras a bordo, tampoco con ningún sistema capaz de registrar información para la investigación que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EEUU sigue efectuando este fin de semana.
Desde Europa Press, han destacado que la NTSB, por otro lado, ha podido constatar que la última inspección importante del helicóptero accidentado tuvo lugar el 1 de marzo. El siniestro —que según concluye la evaluación provisional ocurrió durante el octavo vuelo del día— costó las vidas del exconsejero delegado (CEO) de Siemens en España, Agustín Escobar, su mujer y sus tres hijos, así como la del piloto del aparato, Sean Johnson.

Los buzos continuarán investigando
Los buceadores del Departamento de Policía de Nueva York continuarán este domingo con la búsqueda de la turbina principal, la caja de engranajes, el rotor de cola y gran parte del brazo de cola del helicóptero, a través del uso de un sonar de barrido lateral para identificar posibles ubicaciones de los restos. Además, la empresa implicada con más de tres décadas de experiencia en el reciente siniestro en el Río Hudson acumula antecedentes graves que exponen fallas en mantenimiento y decisiones que comprometen la seguridad de sus vuelos turísticos.
Según reconstruyó The New York Times, en junio de 2013 un helicóptero Bell 206 de la firma debió realizar un aterrizaje de emergencia sobre el mismo río después de perder potencia mientras transportaba a una familia de turistas suecos. La aeronave había despegado de un helipuerto cercano a Wall Street un domingo por la mañana. Sin embargo, no acabó en tragedia, ya que el piloto pudo mantener el aparato en posición vertical sobre el agua.
Hasta ahora, responsables de la NTSB se han reunido con representantes de la operadora del helicóptero, New York Helicopter Charter Inc., para revisar los registros operativos, las políticas y los procedimientos, los sistemas de gestión de la seguridad y la experiencia del piloto. Además, Los investigadores también han examinado dos helicópteros de prueba.
En su última actualización de la investigación, la NTSB ha podido confirmar la recuperación de varias partes del aparato, como el fuselaje principal, incluyendo la cabina de mando y la cabina de pasajeros; la parte delantera del tubo de cola, las aletas del estabilizador horizontal y la aleta vertical. Además, han comenzado a evaluar el sistema de control de vuelo del helicóptero.