
El dúo musical Merino, formado por Sandra Merino y Álex Gallego, publica El bosque, su tercer álbum de estudio y el más personal hasta la fecha. A diferencia de sus trabajos anteriores, este disco ha sido concebido desde una idea inicial: construir una narrativa vital dividida en capítulos.
Cuaderno en mano, Sandra diseñó el contenido de cada canción antes de componerlas, como si se tratara del índice de un libro. El resultado es un recorrido cronológico de su vida, abordando temas como la infancia, la adolescencia, la familia o el duelo. Para ello, la cantante ha realizado una introspección profunda y una búsqueda musical más experimental.
Pensado para escucharse en orden, el álbum invita a transitar por distintas etapas emocionales. Lejos de los formatos televisivos, Merino continúa apostando por una carrera musical independiente, construida desde la autogestión, los conciertos en directo y el trabajo duro.

-Pregunta: Este es vuestro tercer álbum, el más especial. ¿Cómo ha sido todo el desarrollo?
-Sandra Merino: Es el álbum más personal. Es lo típico que se suele decir, pero es que este de verdad que es el más personal de todos los que hemos hecho. El proceso ha sido distinto al resto de discos porque es el primero en el que el concepto ha venido antes de tener las canciones. Las otras veces era como que cuando ya teníamos un conjunto de canciones veíamos un poco de qué hablaban y buscábamos darle esa forma. Y en este disco buscamos ya ese camino hacia El bosque. Yo, de hecho, puse en un cuaderno cómo quería que se llamara cada canción, de qué quería que hablaran. Y luego ya, pues fue trabajar en ello como si fuera un libro y pusieras el índice con la estructura. Ha sido duro, pero a la vez bonito todo el proceso.
-P: Una introspección en la que habéis tenido que bucear en recuerdos bonitos, malos y regulares.
-Álex Gallego: Me gusta mucho resumirlo en una frase que es “un camino desde las sombras a la luz”.
-P: ¿Cómo ha sido ponerse la piel de esa Sandra?
-Sandra: Ha habido canciones más sencillas, por ejemplo, La niña, que fue de las primeras. Pero luego quise abrir algunos otros capítulos como El árbol, que es más dura, o El laberinto, que habla de la adolescencia, y me siento súper lejos de lo que sentía en aquella época. Esa fue la última que compuse, a una semana de entrar al estudio... Tanto que todos me decían: ‘Sandra, si no haces esa canción no pasa nada, hay muchas otras y el disco va a quedar bien igual’. Y yo, ‘que no, que necesitamos el capítulo de la adolescencia y necesitamos eso para que se entienda luego la siguiente’. Al final, dos días antes de irnos a Barcelona, salió.

-P: En esa época, la adolescencia, ya estabas trabajando para llegar a este momento, ¿te hubieras imaginado igual?
-Sandra: No, no (risas). De hecho, ha sido siempre como un sueño que he tenido, pero nunca he pensado que podría dedicarme a ello. También porque nadie de mi familia se ha dedicado a esto. Yo vengo de una familia muy humilde y no he tenido facilidades como para decir ‘pues tengo tanto dinero y me pago la academia de música o lo que sea’. Yo no tenía esa opción. Luego poquito a poco se fue haciendo el camino. Sin pensar tanto en el futuro, sino al día a día y diciendo: ‘Mira qué bien, un concierto. Otra canción nueva. Ahora vamos a grabar nuestro primer disco’. Ha sido ahorrando mucho y trabajando mucho.
-P: En este viaje que ha sido desarrollar El bosque, ¿habéis aprendido algo? Tanto a nivel musical como personal.
-Álex: Musicalmente, ha sido un reto en muchos casos. De hecho, el inicio del álbum, hasta que han empezado a apretar las fechas, fue una búsqueda un poco entre estilos algo menos comunes para nosotros e intentar mezclar melodías diferentes. Empezó siendo un reto al nivel de salir de nuestra zona de confort.
-Sandra: Y también hacer que la canción sonara con muy pocos elementos comparado con el anterior disco. Aunque hay canciones que también tienen pocos, casi siempre le íbamos añadiendo capas y capas como para hacer más grande algunas partes de la canción. Hemos estado investigando otras cosas, otras canciones. A lo mejor iba solo con la estrofa hecha y las trabajamos luego en el estudio instrumentalmente y luego me lo llevaba a casa para hacer melodía y letra.
-Álex: También hay otras que han nacido desde la parte instrumental y luego ha sido Sandra la que ha construido. Ha sido un álbum de retos.
-Sandra: Creo que también hemos aprendido a abrir ciertos cajones que estaban cerrados y que me daba miedo quizá hablar de ello. Cuando compones una canción, quiere decir que has pensado mucho en ello, que has escrito mucho sobre ello, que has hablado mucho sobre ello para llegar a hacerla. De hecho, cuando estoy viviendo algo muy complicado en mi vida o pasando por una etapa muy difícil, no soy capaz de escribir nada. Necesito que pase el tiempo, verlo con perspectiva, analizarlo... Pienso que he superado ciertas barreras de mi pasado que quizá no quería ver. Este proceso me ha ayudado a enfrentarme a ello desde esa parte sanadora que es para mí la música.

-P: Este disco es terapia para ti, ¿puede serlo también para alguien que esté en una situación similar a la que pasaste?
-Sandra: Nos está escribiendo mucha gente, tanto con La niña, porque habla tanto de sanar esa relación con la niña que fuiste, como con El árbol, por enfrentarte a esa figura y a ese miedo. Hay mucha gente que ha vivido cosas similares y nos ha agradecido el tener alguna canción donde poder resguardarse. También pasa con las dos canciones de mi hermano con gente que ha perdido a un ser querido. Es un disco que al final habla muy de mirar hacia adentro y de cosas feas que nos pasan a todos en algún momento.
-P: Este álbum está ideado para escucharlo en orden.
-Álex: Cada uno puede escucharlo como quiera, pero lo hemos concebido para que tenga una cronología. De hecho, buscamos el elemento de los años, después del título, para que se pudiera revivir ese viaje a lo largo de los años.
-Sandra: Así, si la gente quiere imaginarse un poco más o investigar un poco más, pues que pueda hacerse una idea de qué etapa de la vida habla. Para quien quiera un disco para escuchar de principio a fin, con un sentido y un viaje, está. Y quien quiera solo cogerse las canciones que más le gustan, pues también.
-P: Para llegar hasta este tercer álbum habéis trabajado muchísimo. Sandra, tú empezaste, de hecho, tocando en las calles, en bodas... ¿Nunca os planteasteis probar suerte en un programa de televisión del estilo Operación Triunfo o La Voz?
-Sandra: Yo me presenté a Operación Triunfo en 2011 con 16, casi 17 años, pero nada. No me cogieron y ahí se quedó. Luego es verdad que lo agradezco porque, mental y emocionalmente, me gusta mucho estar creciendo poco a poco, el camino de celebrar cada pequeña victoria. También siendo un equipo. Lo hablo también con amigos que sí que han vivido ese boom de golpe y creo que no sabría gestionarlo. Y menos si me hubiera pasado hace 15 años.

-P: ¿A día de hoy os planteáis acudir a plataformas como Benidorm Fest para daros a conocer de una forma más mediática?
-Álex: Es algo que a veces planteamos también con la oficina y con el equipo, pero es verdad que ni a Sandra ni a mí es algo que nos guste mucho.
-Sandra: ¡Para verlo sí!
-Álex: Esto lo hacemos de una manera democrática, pues si decidimos entre Sandra y yo sumar votos a no ir, pues es algo que sí que preferimos.
-Sandra: También es verdad que es distinto a Operación Triunfo y otros programas porque vas con una canción tuya. De momento, como estamos yendo poco a poco y tocando mucho y haciendo nuestra carrera disfrutando el día a día, yo de momento no lo cambio por nada. Ya mañana no sé qué pasará.
-P: No se recomienda mucho dar consejos, pero para alguien que esté empezando, ¿qué le diríais?
-Sandra: Lo tengo claro, dentro de que llevamos el tiempo que llevamos, he aprendido a que es mejor equivocarse por uno mismo y no por otra persona. Nos ha pasado el no estar muy seguros de algo y dejarte guiar y luego no. Luego te fastidian más esos errores que los tuyos propios. Tienes que escucharte.
-Álex: Para mí es que, haga lo que haga, que sea lo que me hace feliz. Porque cuando haces lo que te hace feliz, difícilmente te equivocas y puedes ir más lento o más rápido, pero estás haciendo algo que te llena y que te va a permitir, sobre todo, hacer algo el próximo día.