
Cuatro trabajadoras de una escuela infantil ubicada en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz fueron detenidas por la Policía Nacional después de que en redes sociales y en varios medios de comunicación comenzase a circular un vídeo en el que se mostraba un presunto delito de maltrato a menores. El contenido, en el que se observa cómo una de las educadores infantiles sujeta con fuerza a una menor, lo presiona contra la pared y le introduce la comida en la boca de forma violenta, fue grabado por una alumna en prácticas.
La joven comenzó a ver esta clase de comportamientos al poco tiempo de llegar al centro. En el vídeo la trabajadora, mientras zarandea a la niña, le dice expresiones como “Lo escupes, te lo vuelvo a meter” o “No me escupas la comida, que la tragues”. Tal y como señaló la estudiante en prácticas en el programa de Antena 3 Y ahora Sonsoles, estas situaciones se repetían con frecuencia: por ejemplo, en una ocasión, una de las niñas del centro tiró la comida al sueño y la profesora “la agarró enfadada y dijo que, sino recogía lo del suelo y se lo comía, no iba a recibir más comida”.
La protagonista del vídeo es una de las detenidas, junto a otra educadora que, presuntamente, también habría agredido directamente a los bebés. Ambas están siendo investigadas por la supuesta comisión de delitos de trato degradante, maltrato de obra o agresión sin lesiones y, subsidiariamente, de maltrato habitual. Además, hay otras dos acusadas y detenidas de omitir la obligación de denunciar los hechos por no intervenir en ningún momento pese a que presenciaban las escenas.
La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Torrejón de Ardoz acordó ayer la puesta en libertad de las cuatro mujeres. Las familias de los niños que se encontraban inscritos en el centro ya han comenzado a presentar acciones legales para pedir responsabilidades por el trato recibido a algunos de sus hijos.
“Ya me han despedido, ya lo habéis conseguido”
La cuidadora de 45 años, protagonista del vídeo y detenida por los presuntos malos tratos, admitió que “a lo mejor me pasé un poco y le metí dos cucharadas un poco a la fuerza”. La trabajadora del centro, además, destacó que “era la primera vez que lo hacía” y se justificó diciendo que fue la desesperación de que la niña no comiese lo que le llevó a cometer los actos, ya que se sentía presionada por los padres: “El padre, desesperado esta semana, me ha dicho que por favor, que qué hace, porque en casa tampoco come. Esa niña desayuna, come y merienda en la escuela y no hace ni el desayuno, ni la comida ni la merienda. Y un día tras otro tener que salir a decirle a ese padre que no ha comido, es muy duro porque parece que no estás trabajando con ella”.
También se justificó alegando que la niña no siente miedo y que esta conducta violenta ha sido un caso aislado: “La menor me dio un beso y se fue a dormir. Es más, cuando el padre vino a recoger a la niña, también me dio un beso, lo que demuestra el trato que tenía con ella”.
La investigada culpó a los medios de comunicación de su despido y su posterior detención, así como del linchamiento social y la ruina económica en la que asegura que se ha visto envuelta: “Ya me han despedido, ya lo habéis conseguido”, vociferó la cuidadora a una reportera. “Estoy divorciada, con hipoteca y dos niñas, esto es muy duro”.
Los periodistas de Y ahora Sonsoles hablaron con la dueña del establecimiento antes de que esta fuese detenida y llevada a declarar. Ante los micrófonos del programa de Antena 3, no solo alegó que “la empresa ya ha tomado las medidas oportunas” y que ha decidido “prescindir de esa persona en defensa del resto de niños”, sino que también expresó que ella “hubiera salido en defensa de la niña”. Esta declaración ha indignado a los padres del centro, ya que aseguran que ella era consciente de lo que ocurría y se encontraba presente cuando se realizaron los presuntos malos tratos.