Ni quitar guardias ni jornada laboral de 32 horas, Mónica García no consigue contentar a los médicos: “Nunca había visto tal uniformidad de rechazo entre el colectivo”

En un contexto de tensión con la profesión médica, Sanidad da a las enfermeras competencia en la prescripción, medida criticada por los facultativos

Guardar
Concentración de médicos ante el
Concentración de médicos ante el Ministerio de Sanidad contra el borrador del Estatuto Marco y por un estatuto propio, el sábado, 5 de abril, en Madrid. (CESM)

Por mucho que lo intente, el equipo de Mónica García no consigue contentar a los médicos: cada medida que se anuncia desde el Ministerio de Sanidad se recibe con rechazo desde sindicatos y organizaciones colegiales, que sienten un ataque, un agravio y una discriminación hacia su colectivo profesional. Si hay algo que concentra todo el enfrentamiento con los facultativos es la reforma del Estatuto Marco. Se trata de la norma principal que rige las condiciones laborales de los sanitarios españoles y lleva sin tocarse desde el 2003.

Después de constantes negociaciones, las medidas propuestas por el ministerio se han leído como discriminatorias hacia los médicos. De hecho, el secretario general de la Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Víctor Pedreras, “nunca había visto que una decisión de un Ministerio suscitara tal uniformidad de rechazo entre el colectivo médico”, declaró en una entrevista con Infobae España.

Mientras algunos miembros del Gobierno hablan de reducir la jornada laboral hasta las 32 horas, García mantiene en un máximo de 48 la semana de los facultativos, cuando otros profesionales trabajan 37,5 horas. Y tras un año de protestas contra las guardias, que la propia ministra reconoce como anacrónicas, los médicos han visto cómo el borrador de Sanidad las mantiene, aunque eliminando la jornada laboral previa, y de forma obligatoria hasta los 55 años. Las retribuciones quedan fuera de la norma, al no ser competencia de este ministerio, pero García llegó a afirmar en una entrevista que los facultativos cobran “lo mismo que un ministro de media”. No tardó en disculparse por “la comparación desafortunada”, pero las declaraciones generaron un gran revuelo.

Con un contexto tenso que ha lanzado a cerca de 5.000 médicos a manifestarse en Madrid, el martes llegó un anuncio nuevo: el Consejo de Ministros aprobaba el anteproyecto de Ley del Medicamento, con el que piensa dar competencias para prescribir medicamentos a enfermeras y fisioterapeutas. El Foro de la Profesión Médica se ha mostrado preocupado ante el anuncio “por su posible impacto perjudicial en la seguridad clínica de los pacientes” y ha vuelto a insistir en que “la prescripción de medicamentos es una atribución del médico”. Este viernes, el Observatorio de la Prescripción de la Organización Médica Colegial valorará el anteproyecto “y su posible impacto en el sistema sanitario y la atención a los pacientes”.

“Agravios” y “discriminación”

Para Pedreras, el borrador del Estatuto Marco, actualmente en negociación, incluye elementos discriminatorios hacia los médicos. Entre ellos está el régimen de incompatibilidades que, entre todos los residentes sanitarios (de farmacia, enfermería, biología, psicología...) “solamente se refiere a los médicos que han terminado su formación especializada cuando se impone una cláusula de exclusividad de cinco años“. Las incompatibilidades propuestas por Sanidad también apuntan a los jefes de servicio, que no podrán trabajar en la atención privada a la par que en la pública si se aprueba la norma, con una considerable reducción de su salario mensual, a cambio de un complemento de exclusividad. ”Tendremos una pérdida de calidad que irá deteriorando considerablemente el Sistema Nacional de Salud. Y nuestro Sistema Nacional de Salud no se puede permitir el lujo de perder ni cantidad ni calidad", valoró Pedreras.

El fin de las guardias sanitarias de 24 horas y su efecto rebote en los pacientes: “Hay más riesgo de cometer errores”.

Desde CESM, ven una “tomadura de pelo” en la reforma de las guardias, “un maquillaje para seguir manteniendo un sistema de guardias obsoleto, discriminatorio y que maltrata al médico. También en los cambios de la clasificación profesional, que iguala a todos los sanitarios con título universitario ”tengan cuatro años de formación o tengan 11″.

Esto, unido a la desconfianza en el ámbito de negociación donde, dicen, están en minoría, les ha hecho reclamar un estatuto propio. Es decir, “una herramienta propia y exclusiva del médico”.

La vorágine originada por las propuestas del Estatuto Marco ha hecho que las negociaciones se lleven de forma silenciosa, con alto secreto respecto a los avances hasta alcanzar un mayor consenso.

Prescripción enfermera, “un retroceso en la seguridad clínica”

Fachada de la Organización Médica
Fachada de la Organización Médica Colegial. (OMC)

El ministerio espera ahora poder reformar la Ley del Medicamento, normativa que lleva prácticamente intacta desde 1990, con ligeros retoques en 2006 y 2015. El anteproyecto aprobado esta semana en Consejo de Ministros incluye otra polémica medida que se viene adelantando desde el año 2020: otorgar capacidades de prescripción a enfermeras y fisioterapeutas en su ámbito competencial.

La prescripción enfermera se contempla en España desde la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Médicos, odontólogos y podólogos son los sanitarios que tienen competencia para recetar, pero enfermeros y fisioterapeutas “podrán indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos medicamentos no sujetos a prescripción médica y los productos sanitarios relacionados con su ejercicio profesional, mediante la correspondiente orden de dispensación”, establece la normativa vigente.

Desde el 2020, el Ministerio de Sanidad ha ido ampliando las competencias enfermeras a través de nueve guías de prescripción y dispensa de medicamentos, que les autorizan a recetar fármacos en casos concretos, por ejemplo, contra la diabetes, la hipertensión o la cistitis. Muchas de ellas recibieron críticas al aprobarse y fueron incluso recurridas ante la justicia por los colectivos médicos y farmacéuticos. Con el nuevo avance para las enfermeras, el Foro de la Profesión Médica insiste en que las prescripciones son “atribución del médico para la que se requiere un mínimo de formación de seis años en el Grado de Medicina y cuatro o cinco años de especialización”, según expresaron en un comunicado.

Aunque las enfermeras reciban formación en farmacia durante su paso por la universidad, la medicina siente que otorgarles competencia de prescripción “podría tener implicaciones en la seguridad del paciente y comprometer la calidad de la atención sanitaria”. “La aceleración de la gestión en la sanidad a través de la dilución de responsabilidades se aleja de la excelencia y confronta con las competencias de la profesión médica“, sentencian.