
Las matrículas son el principal método de identificación de los vehículos. Permite clasificarlos según su tiempo circulando, de manera que nos indican la edad del coche. Además, también son fundamentales para encontrar el dueño de un vehículo que comete un delito o infracción.
Hace unas semanas, la Dirección General de Tráfico (DGT) anunció la nueva letra con la que terminan las matrículas. Tras terminar con las combinaciones de la letra M, inicia el periodo de la N, que se alargará durante aproximadamente dos o tres años, teniendo en cuenta los tiempos de las letras anteriores.
Los números y letras de las matrículas aportan más información de la que solemos creer. Además del tiempo de circulación, nos permite conocer otros aspectos del vehículo, como el historial de accidentes, las emisiones homologadas del motor o el tipo de aceite que debe emplear. Esto se debe a que las matrículas han creado un cuidado método de clasificación de los vehículos del país.
¿Cómo saber su tipo de aceite?
Si necesitas conocer el tipo de aceite más recomendado para tu vehículo, existe una manera muy rápida y eficiente. Puedes investigar a partir de su modelo, pero es más sencillo emplear alguna de las herramientas que que permiten conocer el tipo recomendado únicamente introduciendo la matrícula.
Una empresa que cuenta con esta herramienta es Autodoc, una compañía de venta de piezas y productos relacionados con los automóviles. Gracias a los registros que existen de todos los vehículos, con la matrícula puede acceder a qué marca y modelo se trata y realizar una recomendación ajustada.
¿Por qué es importante el tipo de aceite?
Para el correcto uso y mantenimiento de un vehículo, es fundamental utilizar el tipo de aceite más adecuado a las condiciones. Utilizar un aceite inapropiado puede reducir la vida del motor, aumentar el gasto de combustible o dañar el estado de los componentes mecánicos de un vehículo.
Los dos factores que influyen a la hora de escoger son la viscosidad y la composición. La primera está vinculada a la capacidad de lubricar ante distintas temperaturas, de manera que lo más eficiente es que sean multigrados. Por tanto, se mide en grados dentro de una clasificación que va del 0 al 60. Por ejemplo, en un aceite 5W-20, el primer número se refiere a la viscosidad a bajas temperaturas, y el segundo ante las altas.
En cuanto a la composición, el segundo condicionante a la hora de escoger aceite, podemos diferenciar varios tipos. El mineral es el más barato pero se degrada más rápido, y se extrae del petróleo refinado. El más caro es el sintético, pues conlleva un proceso químico complejo y permite una mayor durabilidad. El tercer tipo es semisintético, un punto intermedio entre ambos.
De esta forma, elegir el aceite correcto es fundamental y, para ello, hay que tener en cuenta varios factores. No obstante, ante la duda, siempre es mejor acudir a un profesional, confiar en las recomendaciones del fabricante o consultar una de estas herramientas que permiten conocerlo solo con introducir la matrícula.