
Los reyes Carlos y Camila se encuentran en Italia realizando una visita de Estado de lo más especial, pues ha coincidido con el 20º aniversario de su boda. Además, se trata de su primera visita al país latino desde que fueron coronados, de ahí la importancia de los actos que están realizando.
Para poder abarcarlo todo, han condensado un total de 19 compromisos en cuatro días, por lo que todo ha sido muy intenso. Tanto que el palacio de Buckingham ha tenido que emitir un comunicado de última hora durante la noche de este pasado miércoles, 9 de abril, para contar un giro en la agenda de los reyes en este viaje de Estado.
“Sus Majestades el rey Carlos y la reina Camilla se reunieron esta tarde en privado con Su Santidad el Papa Francisco en el Vaticano. Sus Majestades se mostraron encantados de que el Papa se encontrara bien para recibirlos y de haber tenido la oportunidad de expresarles sus mejores deseos en persona”, se puede leer en la nota, que desvela una cita que estaba planeada pero no confirmada.

Es posible que uno de los motivos por los que no se hubiera confirmado antes es la delicada salud del Santo Pontífice, que recibió el alta médica hace apenas unos días tras su último ingreso.
“Sus Majestades se alegraron mucho de que el Papa se encontrara lo suficientemente bien como para hospedarlos en una reunión privada y de haber tenido la oportunidad de compartir sus mejores deseos en persona”, ha confirmado un portavoz de palacio. La reunión duró apenas 20 minutos, durante los cuales Francisco aprovechó para desear a la pareja un feliz aniversario.

En las redes sociales los reyes, además de compartir la imagen del encuentro, han afirmado que ambos “se sintieron honrados de poder compartir sus mejores deseos con él en persona”. Para este encuentro, la reina Camila eligió un vestido negro de manga francesa y por debajo de la rodilla, tal y como marca el protocolo, pues solo las reinas católicas pueden vestir de blanco delante del sumo pontífice.
Problemas de salud
Tanto el rey Carlos III como el papa Francisco, que además son los líderes mundiales más longevos, han padecido serios problemas de salud en los últimos meses.
Mientras que el religioso argentino ha sufrido una neumonía bilateral y otros problemas respiratorios, el soberano británico padece un cáncer por el que también requirió ser ingresado de manera reciente. Por suerte, los dos hombres se encuentran cada vez mejor de sus dolencias y pueden continuar con sus agendas.