
Los C-101 de la Patrulla Águila no son las únicas aeronaves de las que ha comenzado a despedirse el Ejército del Aire y del Espacio. El Ala 37 de la Base Aérea de Villanubla (Valladolid) ha dicho adiós a los históricos C-212 Aviocar, unidades con más de medio siglo de vuelos sobre sus alas. De hecho, estos aviones son recordados por su despliegue, entre finales de 1975 y principios de 1976, en la evacuación de los ciudadanos españoles en el Sáhara Occidental, apenas tres años después de su entrada en servicio.
El C-212, desarrollado por la desaparecida empresa española Construcciones Aeronáuticas SA (CASA), el mismo fabricante de los exitosos C-295, también tuvo un rol destacado en en escenarios internaciones tan distintos como el desierto de Namibia o los Balcanes, bajo bandera de Naciones Unidas. Además, estos aviones pasaron cerca de 14 años destacados en Guinea Ecuatorial, tal como ha recordado en los últimos días la fuerza aérea.
Desde 1989 y hasta este abril, el Ala 37 ha operado ininterrumpidamente el C-212, conocido como T12 en las Fuerzas Armadas; sin embargo, ante la reducción de la flota en activo y las dificultades de encontrar repuestos para estos veteranos aparatos, la unidad ha optado por desprenderse de estos aviones. No obstante, la despedida no es total, dado que el Ejército del Aire ha optado por concentrar los últimos aviones operativos en la Escuela Militar de Paracaidismo, en la Base Aérea de Alcantarilla (Murcia).
El C-212 es un avión de transporte táctico ligero y de patrulla marítima, propulsado por dos turbohélices y con capacidad para operar en pistas cortas y no preparadas. Desde su introducción en el mercado, en 1972, se han vendido 478 de este tipo de aviones, hasta el cierre de la línea de montaje, en diciembre de 2012, lo que los convierte en el mayor éxito comercial de la industria aeroespacial española. Del total de aeronaves fabricadas, 126 fueron hechas bajo licencia en Indonesia por la compañía Indonesian Aerospace. Alrededor de 92 usuarios de todo el mundo -31 de ellos militares- han comprobado la versatilidad, maniobrabilidad y “gran fiabilidad” de este avión, que a lo largo de su historia ha acumulado más de tres millones de horas de vuelo.
A la espera del EuroDron
Con la salida de los Aviocar, el Ala 37 ya prepara sus instalaciones para la llegada del EuroDrone, aeronave no tripulada desarrollada por las empresas Airbus, Dassault y Leonardo bajo el auspicio de España, Alemania, Italia y Francia. Esta aeronave medirá 16 metros de largo, seis de alto y 26 de envergadura. Entre otras características, destacan sus dos motores turbohélice, que le permiten alcanzar una velocidad más de 500 kilómetros por hora a un altura máxima de 46.000 pies, y la capacidad de carga de hasta 2.300 kilogramos.
España adquirirá 12 de las primeras 60 unidades que se pondrán a disposición de los países participantes aumentando con ello la capacidad del Ejército de Aire, para facilitar la prevención de conflictos internacionales y la gestión de crisis. La docena de aparatos se reparten en cuatro sistemas compuestos por tres drones y dos estaciones de control en tierra cada una de ellas. Desde estas últimas, los pilotos dirigirán los movimientos del dron y supervisarán el correcto funcionamiento de los sensores y las cámaras que incorporen durante la misión.
El Gobierno español ha destinado un presupuesto de 1.900 millones de euros a este proyecto. En concreto, 1.739 millones se invertirán en las fases de desarrollo y producción de los cuatros sistemas adquiridos por el Ministerio de Defensa, suma que será devengada por anualidades, entre 2029 y 2035. Otros 150 millones han sido reservados para el apoyo logístico durante la entrada en servicio del primer EuroDrone en el Ejército del Aire, que se calcula ocurra en 2029.