“Decidieron no atenderla”: la indignación de una familia cuya madre murió tras ir al centro de salud y darle cita para el día siguiente

Encarnación Martínez, una vecina de 63 años de Olesa de Monserrat (Barcelona), falleció en enero. La familia denuncia que “no le hicieron caso” pese a sus síntomas graves

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Imagen del Centro de Atención
Imagen del Centro de Atención Primaria de Olesa, Barcelona. (Ayuntamiento de Olesa)

Tan solo 10 minutos a pie era la distancia que debía recorrer Encarnación Martínez, una vecina de 63 años de Olesa de Monserrat (Barcelona), para llegar a su centro de salud. Pero el pasado 16 de enero se sentía tan mal, según relata su familia, que decidió coger un taxi. Pese a que la mujer acudió al Centro de Atención Primaria con síntomas graves como fatiga, disnea (dificultad para respirar), tos y malestar general y así se lo transmitió al personal administrativo, “decidieron no atenderla” y le dieron cita para el día siguiente. Esa cita, sin embargo, nunca llegó a tener a lugar porque Encarnación falleció en la noche de ese 16 de enero.

A su familia aún le cuesta creer que a pesar de ser una paciente con “un cuadro de cardiopatías” y, por tanto, con mayor riesgo de sufrir un infarto, “no le hicieran ni caso” en el CAP de Olesa de Monserrat. Además, según denuncian en un comunicado, varios testigos aseguran que Encarnación llegó a decir, “con un hilo de voz, que de allí no se movía”, porque se encontraba muy mal, si bien al final su debilidad “le impidió insistir” y decidió marcharse a casa.

La familia sostiene que “no se cumplieron con los protocolos de triaje y admisión para derivación con el médico”, dado que el personal del área administrativa que la atendió “no notificó de forma inmediata, como debería haber hecho, la urgencia sanitaria al equipo médico” para que ellos evaluaran la situación, a pesar de que el estado de la paciente “lo requería”.

“Esa asistencia era esencial. Mi madre no debería haber fallecido así. Alguien debería haber mirado en su historial que era una persona con cardiopatía de riesgo, pero no le hicieron ningún caso”, señala uno de los hijos de Encarnación a Infobae España, que reclama más medios. “No puede ser que detrás de ese mostrador solo haya personal administrativo, que es quien hace el triaje, en vez de un enfermero o enfermera que pueda valorar a una persona que está al límite. No le midieron ni la tensión, ni la fiebre, ni la saturación del oxígeno cuando tenía antecedentes cardiovasculares y disnea”, critica.

Archivan provisionalmente el expediente informativo de la investigación

El pasado mes de marzo, tras la denuncia de la familia, la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria del CatSalut archivó de forma provisional el expediente informativo que abrió para investigar la muerte de Encarnación. Así lo comunicaron en una comisión en el Parlament la consejera de Salud, Olga Pané, y la directora general de ese área, Clara Pareja, al concluir que “no se observan indicios que relacionen la atención recibida con el fallecimiento de la paciente”. En el rato que la mujer estuvo en el centro de salud de Olesa “no hay motivo para pensar que, aparte de andar lentamente, sufra una situación agua o urgente”, explicó Pareja en esa comisión. Unas declaraciones que la familia rechaza rotundamente.

La consejera de Salud, Olga
La consejera de Salud, Olga Pané, durante una sesión de control al Govern, en el Parlament. (David Zorrakino / Europa Press)

“Han valorado que la situación de mi madre no era tan grave fijándose en las imágenes de la cámara de seguridad del centro. Imagínate”, añade el hijo indignado, si bien confía en que, al haberse archivado el expediente de forma provisional, “al final todo se pueda esclarecer”.

Un sanidad cada vez “más privatizada”

El informe médico forense de la autopsia provisional, según informa la familia, señala que las causas de la muerte de Encarnación fueron una cardiomiopatía isquémico-hipertensiva, edema con infección broncopulmonar purulenta y shock hipovolémico. Ante estos resultados, consideran que hubo un nexo causal entre la falta de atención médica y el fallecimiento de la paciente, por lo que exigen responsabilidades a las autoridades y un cambio en la gestión de la sanidad pública catalana, “cada vez más privatizada”.

“Hemos denunciado el caso públicamente porque no queremos que se vuelva a repetir con nadie más. En Olesa no queremos no queremos un ambulatorio que esté privatizado ni que haya persona administrativo gestionando el centro. Necesitamos más medios para que no se produzcan más injusticias”, concluye el hijo de Encarnación, que también lamenta que el pasado 22 de enero trataron de reunirse con la directora del CAP de Olesa y a día de hoy aún no han recibido respuesta.

Este centro está gestionado desde hace años por la Mutua de Terrasa, si bien su convenio con el Servicio Catalán de Salud caducó en 2016. De hecho, la Asociación por una Sanidad Pública y de Calidad en Olesa, que ha convocado protestas por el fallecimiento de Encarnación, lleva años denunciando la “deficiente atención sanitaria” del CAP y reclamando más personal, además de un servicio nocturno de urgencias para que los vecinos no tengan que trasladarse hasta la localidad de Sant Andreu de la Barca o al Hospital de Martorell.

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El ayuntamiento de Olesa, por su parte, también ha reclamado que se esclarezcan los hechos ocurridos y ha reiterado a los responsables del Servicio Catalán de Salud la necesidad de que se cree ese centro de urgencias.