
Cuando tomamos medicación tratamos de seguir los consejos de los profesionales de la salud, pero aun así, en ocasiones, cometemos errores. Como saltarnos una dosis, triturar pastillas que no están destinadas a ello, partirlas con un cuchillo o ingerirlas a la hora equivocada. Sin embargo, hay otro fallo muy grave que hacemos y del que ni siquiera somos conscientes: mezclar los fármacos con ciertos alimentos. Tal y como ha explicado el cardiólogo Aurelio Rojas (conocido en redes como @doctorrojass) en un vídeo publicado en Instagram podría llegar a ser peligroso para la salud.
“Ten cuidado con estas comidas”
"Si estás tomando medicación, ten cuidado con estas comidas", comienza. Ha comentado que a pesar de que estos alimentos “son buenísimos” y tienen efectos beneficiosos para salud, siempre se debe consultar con el médico si se pueden consumir al estar con fármacos.
Según ha detallado el experto, “algunos medicamentos para la presión arterial tienen la función de aumentar el nivel de potasio”. Por ello, las patatas, los plátanos, las espinacas, el atún, la remolacha o las coles de Bruselas, al ser ricos en potasio, pueden causar “un exceso” de este mineral en el organismo. Un superávit de este nutriente puede llegar a causar irregularidades en el latido del corazón y en casos más graves, puede causar un ataque cardíaco, tal y como se detalla en el portal del American Kidney Fund. “Por lo que te recomiendo que limites su consumo”, añade Rojas.
Cuidado con el ibuprofeno
El médico continúa explicando que con los medicamentos contra el dolor, como el ibuprofeno, también hay que tener especial cuidado. No se deben mezclar con bebidas con gas, puesto que "esto aumenta la concentración del medicamento en tu sangre y puede ser gravemente perjudicial para los riñones o tu corazón“. Además, una sobredosis de ibuprofeno podría provocar, según se detalla en Medlineplus: zumbidos en los oídos, visión borrosa, diarrea, acidez, náuseas, vómitos, dolor de estómago, presión sanguínea baja, poco o ausencia de gasto urinario, dificultad respiratoria, respiración lenta, agitación, somnolencia, mareos, dolor de cabeza, anomalías en la marcha, sudoración, erupción en la piel o escalofríos.
“La leche o el yogur pueden dificultar la absorción de los antibióticos”

El cardiólogo señala que "la leche o el yogur pueden dificultar la absorción de los antibióticos". Tal y como se explica en la Revista Española de Nutrición Comunitaria, esto se debe a que el calcio que se encuentra en los lácteos se une a los fármacos y evita que se absorban correctamente en el cuerpo. Se reduce de esta manera la cantidad de medicamento que llega a la sangre, lo que puede hacer que el tratamiento no sea efectivo. Asimismo, esta interacción podría contribuir al desarrollo de resistencias a los antibióticos. Por ello, es recomendable tomar los antibióticos al menos 2 a 4 horas antes o después de consumir lácteos, para asegurar que el medicamento se absorba correctamente y funcione como se espera.
En último lugar, Rojas menciona que “los cítricos como la naranja, el limón o el pomelo, pueden alterar el efecto de los fármacos para reducir el colesterol”. Esto puede causar un exceso del medicamento en la sangre y dañarte el hígado o los músculos.