
El café es una parte esencial en la rutina de miles de personas en el mundo. Su consumo se ha relacionado con la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la reducción del riesgo de afecciones cardiovasculares. El café es fuente de antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación, mejorar la función de los vasos sanguíneos y prevenir la oxidación del colesterol LDL. Pero esta sustancia no es solo beneficiosa para los seres humanos, tiene sus beneficios también para las plantas, en concreto los posos del café.
En ellos, las plantas encuentran una excelente fuente de nutrientes: les aporta nitrógeno, fósforo, potasio y otros micronutrientes esenciales que favorecen su crecimiento. Además, enriquece el suelo en las que se las planta, mejorando su estructura y su capacidad de retención de agua.
Debido a sus múltiples beneficios, el uso de posos del café en macetas y jardines se ha popularizado en los últimos años, especialmente entre aquellos aficionados que buscan un cuidado natural y una forma de reducir sus residuos.
Beneficios de los posos del café

Los posos de café son particularmente útiles para modificar la acidez del suelo. Al contener altos niveles de nitrógeno, su aplicación incrementa la acidez del terreno, lo que resulta ideal para plantas acidófilas como las camelias y las azaleas. Estas especies suelen requerir suelos con un pH bajo, y los posos de café pueden ser una solución efectiva para equilibrar terrenos con pH superior a 6. Este ajuste natural del pH permite que estas plantas prosperen en condiciones óptimas.
Su composición rica en nitrógeno es especialmente beneficiosa para el crecimiento de las plantas, ya que este elemento es fundamental para su desarrollo, floración y producción de frutos. Además, en jardines, este abono natural también favorece la salud de las flores.
Los posos del café también son útiles contra plagas e insectos. Contienen compuestos como el ácido cafeico y la cafeína, que resultan desagradables para insectos como las hormigas, mientras que su textura es intolerable para babosas y caracoles. En jardines, los posos son útiles también contra los topos. El aroma fuerte de los posos de café funciona como un repelente natural para estos animales, que son sensibles a olores penetrantes.
Cómo utilizar los posos del café
Los posos pueden añadirse al compost casero, en caso de que lo elabores, o utilizarse por sí mismos. Basta con añadirlos a tu maceta para que empiecen actuar como un fertilizante de liberación lenta según se descompone. Sus efectos beneficiosos pueden durar hasta seis meses.
Antes de echarlos, hay que prepararlos bien, Una forma común es dejar que se sequen al aire libre antes de incorporarlos a las plantas, aunque también es posible echarlos frescos. Si te decantas por esta última opción, debes tener en cuenta que estos posos pueden ser demasiado ácidos, por lo que habrá que incorporarlos en pequeñas cantidades.
Otros prefieren elaborar abono líquido a partir de los posos. Basca con incorporarlos a u recipiente con agua y dejarlo reposar entre una y dos semanas, removiendo la mezcla cada pocos días. Según se vaya descomponiendo el café, irá liberando sus nutrientes en el agua. Una vez hayan pasado las semanas, habrá que colar el abono con una gasa. Terminado el proceso, puedes regar tus plantas con el agua restante, cargada de nutrientes beneficiosos para ellas y su suelo.