
Más de cuatro millones y medio de personas en España sufre algún tipo de deficiencia auditiva, lo que supone un 10% de la población. Son datos que aporta la Asociación Nacional de Audioprotesistas de España (ANA) y que reflejan el alcance de la hipoacusia en nuestro país. Pese a que la edad es un factor de riesgo para desarrollar un problema de audición, existe un sector de la población que cada vez preocupa más a los otorrinolaringólogos: los jóvenes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que para 2050 haya casi 2.500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición, de las cuales 700 millones necesitarán rehabilitación. En los últimos años, el número de jóvenes que presentan problemas auditivos ha aumentado. La escucha constante de música a un volumen muy elevado o la exposición a ciertos eventos que sobrepasan el umbral adecuado del ruido son las principales razones que explican este fenómeno.
En una entrevista con Infobae España, la doctora Luz Barona Lleó, especialista en Otorrinolaringología en Clínica Barona, afiliada al Hospital Casa de Salud de Valencia y miembro de Top Doctors Group, desgrana los riesgos asociados a las nuevas formas de ocio de adolescentes y adultos jóvenes.
-Pregunta: Se prevé que en España cada vez sean más las personas diagnosticadas con hipoacusia a edades más tempranas, ¿cuáles podrían ser las principales razones de este fenómeno?
-Respuesta: Una de las principales causas de pérdida de audición es la exposición a ruidos fuertes y podría decirse que en la gente joven a día de hoy es el factor de riesgo más importante. La exposición a ruidos fuertes puede ser puntual o repetida en el tiempo. La asistencia a conciertos, discotecas, petardos, etc., podría causar traumatismos acústicos irreversibles, provocando pérdida de audición y/o acúfenos. Por otra parte, la escucha de música por los jóvenes a todas horas en el metro, el coche, en el autobús, en casa... a intensidades elevadas de forma crónica y repetida puede, asimismo, desencadenar pérdidas de audición progresivas e irreversibles.
-P: ¿Esos jóvenes que pasan el día con los auriculares conectados escuchando música tienen algún riesgo especial en cuanto a su salud auditiva?
-R: En la actualidad, el uso de auriculares para escuchar música está cada vez más extendido. El problema no es escuchar música o usar auriculares. El principal problema es el volumen o la intensidad a la que la gente joven la escucha. Escuchar música a volúmenes elevados de manera repetida puede provocar pérdidas auditivas irreversibles e incluso acúfenos.
Hace años, la gente trabajaba expuesta a ruidos fuertes (pilotos, policías, albañiles, cazadores...) sin usar protección, cosa que a día de hoy ha cambiado, y ha pasado a ser obligatorio el uso de esa protección auditiva en determinados sectores. Es por ello que antes diagnosticábamos muchas pérdidas de audición causadas o acentuadas por el entorno laboral y, a día de hoy, la prevalencia de este tipo de hipoacusias “profesionales” se ha reducido considerablemente.

-P: ¿Pueden tener algún peligro añadido para la salud auditiva los auriculares con cancelación de ruido?
-R: El uso de estos auriculares en personas que están obligadas a estar expuestas a ruidos fuertes pueden resultar de ayuda. No obstante, los jóvenes no pueden confundirse y pensar que el uso de estos dispositivos les permite escuchar música a esos volúmenes elevados, pero no evitan el riesgo de padecer esos traumatismos acústicos agudos o crónicos.
-P: ¿Cómo podemos saber si tenemos la música a un volumen adecuado?
-R: Existen aplicaciones en los móviles que permiten determinar si estamos poniendo un exceso de volumen, incluso hay móviles que si subes el volumen más de lo adecuado emiten un pitido a modo de aviso. Existen sonómetros que miden el volumen de la fuente sonora.
En circunstancias normales, si carecemos de estos sistemas, hay que aplicar el sentido común. Todos tenemos la experiencia de pasar al lado de un coche con las ventanas cerradas, o estar sentados en el autobús al lado de alguien con auriculares, y ser capaces de identificar perfectamente la música que están escuchando. Eso es una barbaridad.
-P: ¿Existe un límite saludable en cuanto a la cantidad de minutos que debemos utilizar los auriculares al día?
-R: No es tanto la duración de la exposición como el volumen de la misma. Puede ser más dañino estar 2 minutos al lado de un bafle en una discoteca que escuchar música durante una hora en el trayecto de mi casa al trabajo a una intensidad adecuada. En cualquier caso, la recomendación es no sobrepasar nunca los 80 dB.
-P: ¿Podría ofrecernos algunos consejos para cuidar la audición?
-R: La mejor prevención es evitar la exposición. En la gente joven, a día de hoy lo más importante es evitar la exposición a ruidos fuertes. Hay quien puede evitarlo y quien no por su profesión, como los DJs o los policías. Sería aconsejable realizar una revisión anual en el ORL para revisar la audición e identificar cuanto antes pérdidas de audición, que aunque en la mayoría de casos serán irreversibles, podremos intentar evitar que vayan a más.