
Ya está demostrado que los fenómenos meteorológicos pueden suponer un grave peligro para la población. Uno de los ejemplos más recientes es la Dana de Valencia, que asoló la provincia el pasado 29 de octubre y provocó más de 200 muertes. Esta constituye una de las 10 catástrofes climáticas más costosas del mundo en 2024. Además, esta tragedia ha estado marcada por las diferentes versiones que se han dado al respecto de la vigilancia y las alertas. Ante esto, el presidente de Generalitat Valenciana no se plantea declarar después de que la jueza, encargada de investigar la gestión de la dana, se lo ofreciese. Y es que las polémicas sobre la gestión en ese primer día se han multiplicado.
Una de las últimas ha venido por las declaraciones del que era inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia el día de la Dana, José Miguel Basset, ahora jubilado. Este vinculó la retirada de los bomberos durante aquella jornada del barranco del Poyo con el hecho de que eran las dos y media de la tarde, el nivel del agua había descendido y había “ganas de comer”. En respuesta, la unidad de Bomberos Forestales, desplazados para vigilar el barranco del Poyo el día de la lluvia torrencial, ha afirmado que aquella jornada compraron comida en un supermercado porque pensaban que harían seguimiento de la situación “de forma indefinida”. Así lo han asegurado a Europa Press fuentes del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB).

Los bomberos desmienten a su superior
Fuentes del sindicato han señalado que la unidad de Buñol fue movilizada al seguimiento del barranco del Poyo y, pasadas las dos de la tarde, dejaron una unidad autobomba. Para continuar con el seguimiento de la situación, se trasladaron a un supermercado a comprar comida para “regresar y seguir con la función encomendada”.
Las mismas fuentes, que han facilitado una copia de la imagen del ticket de compra, fechado el 29 de octubre a las 14:23 horas en un local de Chiva, han recalcado que el recibo “demuestra que la intención que tenía la unidad, por las circunstancias especiales de aquel día, era permanecer en el Poyo haciendo seguimiento, y pensaban que iban a seguir allí de forma indefinida”. Esta serie de incongruencias han azotado la actualidad, ya que Mazón tampoco acaba de señalar con exactitud cuál fue la hora a la que llegó al Cecopi.
Se desconoce quién decidió retirar a la unidad
No obstante, han añadido que sobre las 15 horas, desde la Central de Bomberos del Consorcio Provincia de Bomberos de Valencia, se decidió retirar a la unidad desplazada en el Poyo. Sin embargo, se desconoce quién dio la orden, pero recalcan que Basset era “el máximo responsable” del Consorcio.
Por otra parte, los responsables sindicales han lamentado que durante esa jornada “no se utilizaron todos los recursos del dispositivo”, ya que de las 28 unidades disponibles, contando las helitransportadas, se movilizaron “solo tres o cuatro”. Además, han manifestado que se ordenó la retirada “de forma generalizada”, excepto de las que estaban atendiendo algún rescate.