Las 10 plantas de interior que podrían poner en riesgo la salud de tu perro

Estos vegetales que tanta alegría le aportan a nuestra casa, pueden volverse en una auténtica pesadilla para nuestras mascotas

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Las 10 plantas de interior
Las 10 plantas de interior que podrían poner en riesgo la salud de tu perro. (Infobae / Freepik)

Las plantas de interior son el adorno ideal para darle luz y color al hogar. Además, aportan beneficios para la salud, puesto que mejoran la calidad del aire, absorben la humedad y aumentan nuestro bienestar emocional. Sin embargo, estos vegetales que tanta alegría le aportan a nuestra casa, pueden volverse en una auténtica pesadilla para nuestras mascotas.

Son múltiples las plantas de interior que contienen toxinas que, sin son ingeridas por los perros, pueden causar problemas leves como un malestar estomacal hasta graves complicaciones de salud.

Qué plantas de interior son tóxicas para los perros

Lirio del valle o lirio de las llamas

Estos vegetales son muy peligrosos tanto para perros como para gatos, ya que contienen toxinas que hacen que el corazón les lata de una manera anormal que puede llegar a ser mortal. Otros síntomas pueden ser: vómitos, diarrea y debilidad. Sus raíces puede contener suficientes sustancias como para causar un fallo multiorgánico en el animal, como explica la U.S. Food and Drug Administration.

La palma de sagú

Las palmas de sagú y sus semillas contienen cicasina, una sustancia tóxica para las personas y los animales, incluyendo a gatos, perros y caballos, tal y como detalla el portal web de Ladridos y Bigotes.

La Dieffenbachia

Esta planta es tóxica para perros y gatos debido a los cristales de oxalato que residen en sus hojas. Por ello, hay que mantenerla fuera del alcance de los peludos para evitar problemas.

La dedalera

Es altamente peligrosa para los perros porque contienen glucósidos cardíacos que causan arritmias y alteraciones cardíacas graves que pueden causar la muerte, según explica la web de Soria Natural.

Aloe vera

Aloe vera. (Pexels)
Aloe vera. (Pexels)

A pesar de que no se considera una planta mortal para perros y gatos, sus efectos pueden llegar a provocar serios problemas de salud como efectos laxantes, poniendo a la mascota en riesgo de deshidratación. También puede provocar dermatitis por contacto en la boca, garganta, nariz y cara, según detalla en su portal CIM Grupo de Formación.

El poto

Sus hojas contienen oxalato calcio que provoca irritación bucal con hipersalivación e inflamación, dolor de lengua, encías, labios, vómitos y alteración en la deglución, detallan desde Vetclan veterinarios.

Las plantas de filodendro

De este vegetal son tóxicas todas sus partes, puesto que contienen cristales de oxalato cálcico insolubles. Estos cristales se liberan cuando los animales mastican la planta, causando un dolor agudo en la boca y la garganta.

La planta ZZ

Si un perro ingiere cualquier parte de la planta puede sufrir envenenamiento. Tras el consumo, el animal podría presentar síntomas como vómitos, diarrea, letargo o problemas para respirar.

Planta de jade

Es extremadamente tóxico para perros y gatos y puede llegar a ser un problema grave si no se trata. Las señales de peligro son las siguientes: malestar gástrico, salivación excesiva, irregularidades del ritmo cardíaco y depresión.

Planta de serpiente

Es peligrosa para los peludos por la saponina que reside en sus hojas. Los síntomas que pueden presentar son vómitos y diarreas.

Cuáles son los síntomas de intoxicación por plantas venenosas en perros

La exposición a plantas tóxicas puede provocar distintos síntomas en los perros, por lo que identificar rápidamente las señales de intoxicación es clave para actuar con prontitud. Entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Respiratorios: inflamación de las vías respiratorias y dificultad para respirar.
  • Digestivos: vómitos, diarrea, salivación excesiva, hemorragias intestinales, falta de apetito y dolor abdominal.
  • Cardíacos: algunas plantas pueden causar paro cardíaco.
  • Neurológicos: ciertas especies pueden provocar parálisis, convulsiones o incluso coma.
  • Renales: la función de los riñones puede verse afectada, lo que se manifiesta en una disminución de la cantidad de orina y dificultad en la actividad renal.
  • Cutáneos y mucosos: pueden presentarse inflamación y edema en la cavidad oral, así como enrojecimiento en distintas zonas del cuerpo.