La Residencia Real Marivent, así es el lugar en el que la Casa Real pasa sus vacaciones de Semana Santa

El palacio, cedido por el mecenas y artista egipcio Juan de Saridakis, forma parte del patrimonio de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares

Guardar
Felipe IV, Letizia y la
Felipe IV, Letizia y la reina emérita Sofía, acompañados de varios invitados en la recepción del Palacio Marivent. (IMAGEN DE ARCHIVO).

A pocos kilómetros del centro de Palma de Mallorca, y dominando el paisaje sobre un acantilado de Cala Major, se encuentra una de las residencias más emblemáticas y discretas de la monarquía española: el Palacio de Marivent. Este enclave veraniego de ensueño, que combina elegancia, historia y privacidad, se ha consolidado como el refugio de los Reyes de España para sus vacaciones desde hace más de cinco décadas.

Aunque su imagen es ya habitual en las portadas de la prensa cada verano, cuando los reyes y sus hijas posan en sus jardines para la prensa, el Palacio de Marivent es mucho más que el escenario del típico posado veraniego real. Se trata de una residencia cargada de historia y de un fuerte simbolismo para la monarquía, que cada año refuerza sus lazos con la isla de Mallorca desde este rincón privilegiado.

Su nombre, ‘Marivent’, procede del mallorquín y significa “mar y viento”, dos elementos presentes en cada rincón de este palacio rodeado de pinares y jardines que miran al Mediterráneo. Aunque hoy es una residencia veraniega de la casa real, el palacio no forma parte del Patrimonio Nacional, como ocurre con otras propiedades de la Corona. Su titularidad corresponde a la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, como resultado del legado de su primer propietario, el mecenas y artista egipcio Juan de Saridakis.

Los reyes eméritos junto a
Los reyes eméritos junto a sus tres hijos y sus ocho nietos en el Palacio de Marivent, Mallorca (IMAGEN DE ARCHIVO).

Saridakis, que se estableció en Mallorca tras una próspera carrera como ingeniero en las minas de Chile, encargó la construcción del palacio al arquitecto Guillem Forteza entre 1923 y 1925. Vivió en él hasta su fallecimiento en 1963. Posteriormente, su viuda, Anunciación Marconi, donó el inmueble con la condición expresa de que se convirtiera en museo público y que su colección de arte se exhibiera de forma gratuita. Sin embargo, en 1973, las autoridades cederían el edificio a los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía para su uso privado durante el verano, una decisión que no estuvo exenta de polémica ni de disputas legales con los herederos del artista.

El conflicto judicial alcanzó su punto álgido en 1988, cuando el Tribunal Supremo dictaminó que las más de mil piezas de arte, mobiliario y libros que formaban parte del legado original debían ser devueltas a los herederos, ya que se había incumplido la voluntad del donante. De esta manera, recuperaron pinturas de artistas tan importantes como Sorolla, Rusiñol, Joaquím Mir, Picasso y Delacroix.

El Palacio de Marivent en
El Palacio de Marivent en una imagen de archivo. (Raúl Terrel / Europa Press)

Un entorno exclusivo y un interior reservado

La finca sobre la que se asienta Marivent abarca más de 33.000 metros cuadrados y cuenta con varios edificios. Aparte del palacio principal, destacan las casas anexas construidas para los hijos de los reyes eméritos. En la actualidad, una de ellas, conocida como Son Vent, es la residencia habitual de Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas durante el verano. Este edificio mantiene una decoración sobria, de inspiración mallorquina, donde predominan los materiales locales como la pedra de marès y las tradicionales telas de llengües.

El interior del palacio principal continúa siendo privado, lo que contribuye a mantener el halo de misterio que lo rodea. Se sabe que la reina Sofía quedó profundamente enamorada del lugar tras su llegada en 1973, y que fue ella misma quien supervisó gran parte de la decoración. Elementos como los suelos de cerámica y los pomos de cobre pulido aún se conservan de aquella época. En la planta baja se encuentran el comedor, la biblioteca, la cocina y el dormitorio principal, mientras que el piso superior acoge los dormitorios.

Mallorca siempre es un referente turístico. Desde el impresionante cañón de Torrent de Pareis hasta las calas vírgenes de la sierra de Tramontana, estas son algunas de las mejores playas

Jardines abiertos al público y legado cultural

Desde 2017, una parte significativa de los jardines del Palacio de Marivent se encuentra abierta al público durante buena parte del año. Estos espacios verdes, con más de 9.000 metros cuadrados, ofrecen una experiencia única a los visitantes, quienes pueden disfrutar de la flora mediterránea, con más de 40 especies autóctonas, bancos, senderos y señalización explicativa sobre la historia del lugar.

Uno de los grandes atractivos del jardín son las doce esculturas de bronce creadas por Joan Miró, cedidas por la familia del artista como homenaje a su estrecho vínculo con Mallorca. Las piezas, realizadas entre 1969 y 1981, convierten al jardín de Marivent en un museo al aire libre que honra tanto al arte como al paisaje mallorquín.

El Rey Felipe VI junto
El Rey Felipe VI junto a la infanta Sofía durante el posado de la Familia Real esta tarde en el Palacio de Marivent, en Palma. (EFE/Ballesteros).

Además de su uso habitual por parte de la familia real, el palacio ha sido escenario de visitas ilustres. Por sus estancias han pasado figuras tan diversas como Carlos III y Diana de Gales, Mijaíl Gorbachov, Hillary Clinton, Hugo Chávez y los emperadores de Japón.