Una estudiante estadounidense de 21 años que se encontraba en Roma como parte de un programa de intercambio académico murió este martes tras sufrir un shock anafiláctico. El suceso fue presuntamente provocado por una reacción alérgica a un ingrediente presente en un bocadillo que había consumido en un establecimiento de hostelería de la capital italiana.
Los hechos ocurrieron en el barrio del Pigneto, una zona popular entre estudiantes internacionales. Según la reconstrucción ofrecida por los investigadores y recogida por medios locales como ANSA y AGI, la joven, cuya identidad no ha sido aún revelada oficialmente, compró un panino en un local de via Giovanni De Agostini, a escasos metros de la residencia para estudiantes Erasmus en la que se alojaba.
Tras ingerir parte del bocadillo, la joven comenzó a sentirse mal de forma repentina, mostrando signos de una posible reacción alérgica. Según los testimonios recabados por la policía del comisariado de Porta Maggiore, la estudiante era alérgica a determinados productos, aunque no queda claro si lo comunicó al personal del establecimiento.
El problema del idioma
La principal hipótesis que barajan los investigadores es que la joven no logró explicar su alergia debido a la barrera idiomática, ya que no hablaba italiano.
Al notar los primeros síntomas, la joven intentó regresar rápidamente junto a varias amigas a su residencia de estudiantes para tomar Bentelan, un medicamento corticoide utilizado para el tratamiento de reacciones alérgicas. Según fuentes policiales, la joven consiguió llegar al aparcamiento del edificio, pero allí sufrió un colapso respiratorio.
Las compañeras que la acompañaban intentaron auxiliarla y le administraron una dosis del fármaco. No obstante, el estado de la joven se agravó rápidamente, por lo que se alertó a los servicios de emergencia.
Una ambulancia del 118 llegó poco después al lugar, y el equipo sanitario intentó reanimarla durante más de media hora mediante maniobras de resucitación cardiopulmonar. Sin embargo, los esfuerzos resultaron infructuosos y la joven fue declarada muerta en el mismo lugar.
Será repatriada
En paralelo, agentes del comisariado de Porta Maggiore se personaron en la zona para recabar testimonios e iniciar una investigación sobre las circunstancias exactas de lo ocurrido. La policía ha interrogado al propietario y a los empleados del local donde la joven compró el bocadillo.
Según los primeros indicios, el personal no habría tenido conocimiento de las alergias de la joven. Tampoco se ha podido confirmar aún qué ingredientes contenía el producto consumido ni si figuraban claramente en el etiquetado o carta del local.
El caso ha generado conmoción entre la comunidad estudiantil internacional en Roma, donde miles de jóvenes participan cada año en programas de intercambio como Erasmus y convenios bilaterales entre universidades. La Embajada de Estados Unidos en Italia ya ha sido informada del fallecimiento y está colaborando con las autoridades locales para repatriar el cuerpo y asistir a la familia de la joven.
La autopsia
Las investigaciones continúan abiertas para esclarecer si existió alguna negligencia por parte del establecimiento o si hubo incumplimiento de las normativas alimentarias vigentes en cuanto a la información sobre alérgenos. En Italia, desde 2011 es obligatorio que los establecimientos hosteleros informen a los consumidores sobre la presencia de los 14 alérgenos más comunes en sus productos.
Por el momento, no se han presentado cargos, pero la policía mantiene abierta la posibilidad de que se presenten denuncias penales si se demuestra que hubo omisiones en la información proporcionada al consumidor. La Fiscalía de Roma también ha sido informada de los hechos y podría intervenir en caso de que se detecten responsabilidades legales.
Se espera que en las próximas horas se practique una autopsia para confirmar la causa exacta de la muerte. Mientras tanto, compañeros y profesores de la joven han organizado una vigilia en su memoria en el centro para estudiantes Erasmus del Pigneto.
