Cada vez más jubilados se marchan de Baleares por el alto coste de la vida: “En la Península te puedes permitir más con la pensión”

El encarecimiento de la cesta de la compra, las dificultades para desplazarse o el alto precio de la vivienda son algunas de las razones por las que los pensionistas se marchan

Guardar
Manifestación contra la masificación turística
Manifestación contra la masificación turística y por la vivienda digna en Palma de Mallorca en 2024. (Isaac Buj / Europa Press)

Esteban Hernández, sevillano de 72 años, llegó a Palma de Mallorca en 1968, cuando era un adolescente, y allí trabajó como conductor de autocar hasta que se jubiló hace unos años. A pesar de que tiene a casi toda su familia en este rincón privilegiado del Mediterráneo, en 2015 decidió mudarse a Aranjuez (Madrid) porque su pensión de 1.300 euros apenas le alcanzaba para cubrir gastos, pues en Baleares el precio de la cesta de la compra y los desplazamientos se han disparado en los últimos años y son más elevados que en la Península. Se trata de una situación cada vez más común, denuncia el sindicato UGT, que asegura que el alto coste de vida en el archipiélago está expulsando de las islas a muchos pensionistas.

“Mucha gente en Baleares ha tenido contratos fijos discontinuos, por eso sus pensiones suelen ser bajas. Ahora con los nuevos convenios se trabaja más tiempo y la situación ha ido cambiando, pero la gente que ya está jubilada o que se ha jubilado ahora viene de unos trabajos donde cotizaban muy poquito y sus pensiones no son muy elevadas”, explica a Infobae España Pedro Berruezo, secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT en islas Baleares. “Su pensión se ha calculado con bases reguladores de 25 años atrás, con salarios que estaban un 25% por debajo de la media”, lo que implica que sean más bajas, añade.

Aparte de los contratos fijos discontinuos, hay que añadir el incremento del coste de la vida en el archipiélago, “que se ha disparado con respecto a cualquier otra comunidad autónoma de la Península”, o los altos precios de la vivienda, que han superado los máximos de la burbuja de 2007, situándose el pasado año en los 3.670 euros por metro cuadrado de media, lo que también obligan a la población joven a marcharse de las islas, vivir en autocaravanas o compartir habitación ante la imposibilidad de alquilar o comprar un piso. De hecho, durante los años que Esteban ha vivido en Mallorca reconoce que nunca había visto gente viviendo en caravanas, pero ya desde hace un tiempo estos precarios hogares sobre ruedas se acumulan en aparcamientos de diferentes puntos de las islas.

Esteban, que sigue viajando de vez en cuando a Mallorca para ver sus dos hijas y nietas, vendió su casa de 74 metros cuadrados y con el dinero que obtuvo pudo “comprar una de 120 metros en Aranjuez”. “Y todavía me sobró un tercio”, explica, lo que le permite vivir con mayor holgura. “Aquí la vida es más económica, el dinero se estira más, porque no solo es que la cesta de la compra o el ocio sean caros en Baleares, sino que a la hora de viajar siempre dependes del avión”.

Decenas de personas en Mallorca
Decenas de personas en Mallorca protestan contra el turismo de masas. (Isaac Buj / Europa Press)

A José María, cacereño de 63 años, le ha ocurrido algo similar. Recaló en Ibiza hace muchos años por motivos de trabajo y en 2004 compró un piso. En 2016 se prejubiló aunque siguió viviendo allí junto a su mujer hasta 2021, cuando decidió vender la vivienda y trasladarse a Elche, donde también viven sus hijos. Además de los motivos familiares, en su decisión de trasladarse a la Península también influyó la posibilidad de “ganar en calidad de vida” y tener mayores oportunidades de ocio, incluyendo cursos de formación para mayores.

“Para una persona jubilada, venirse de Baleares a la península supone ganar poder adquisitivo. Aquí en Elche he podido hacer varios cursos de formación que en Ibiza no encuentras, porque todo está enfocado al turismo y no encuentras muchas más opciones que cursos de informática o de hostelería”, relata a este periódico. Al igual que Esteban, también menciona las dificultades a la hora de hacer un viaje desde Baleares. “Si quieres que te salga algo económico, tienes que reservar todo con mucha antelación y, si te llevas tu propio coche, no te hacen descuento de residente. No es lo mismo hacer un plan familiar con personas en coche que en avión”, explica, al tiempo que recuerda que en Ibiza el ocio “es carísimo”. “Con la pensión de jubilado te puedes permitir más en la Península”, resume.

El precio de las viviendas se ha triplicado

Quienes en los años 70, 80 e incluso 90 compraron una vivienda en Baleares han visto cómo su valor “se ha triplicado”, señala el representante de UGT, por lo que muchas personas jubiladas “optan por vender y comprar otra en la Península más moderna o con mejores calidades” y además a la mayoría “le sobra una cantidad importante de dinero”, lo que aumenta considerablemente su calidad de vida. Si bien muchas de estas personas llegaron hace décadas a Baleares desde otros puntos de España para trabajar, también hay personas que han nacido en las islas que están optando por marcharse, y aunque “no hay datos concretos, se trata de un goteo continuo”, indica Berruezo.

Las terrazas de Banyalbufar, en
Las terrazas de Banyalbufar, en la Sierra de Tramuntana. (Manuel Meyer/dpa)

Los servicios deteriorados por la “falta de profesionales”

Baleares, que en 2024 recibió un total de 18,7 millones de turistas, se ha convertido en uno de los destinos españoles más masificados, lo que no solo eleva considerablemente el precio de la vivienda expulsando a la población local, sino que alcanzar esas cifras tan elevadas de viajeros también supone la saturación de destinos populares (y sus recursos), la degradación ambiental y la pérdida de identidad de los lugares, entre otros efectos negativos.

0 seconds of 2 minutes, 34 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
00:00
02:34
02:34
 
Los altos precios del alquiler empujan a la compra precipitada de vivienda (para quien pueda): “No hay opción porque no hay oferta”

Debido al Desde UGT recuerdan que la facilidad de movimiento en algunos puntos de Baleares como en Palma “se ha convertido en un verdadero calvario, con vías colapsadas y con caravanas todos los días del año”. Además, critica el sindicato, los servicios sanitarios, “sobre todo de familia, acumulan demoras de hasta dos semanas por falta de personal o por mala gestión”, y es que los servicios en general “se deterioran por falta de profesionales que no pueden mantenerse en las islas a los precios actuales”, mientras que cada vez son más los “extranjeros con alto poder adquisitivo” que adquieren propiedades.