Ocurrió el pasado viernes, 28 de marzo. Aquella mañana fue angustiosa para una mujer en la ciudad de Mulhouse, en el departamento de Alto Rin, en Francia. Lo que comenzó como una jornada rutinaria de compras terminó en una búsqueda contrarreloj en una de las mayores pesadillas que puede ocurrir a una madre: su hijo de seis años escapó de su lado y desapareció sin dejar rastro. Todo en un abrir y cerrar de ojos y sin que mediara una desatención.
Los hechos se desencadenaron alrededor de las 10 de la mañana, en el barrio de Bourtzwiller. La mujer acababa de realizar sus compras y se encontraba cargando las bolsas en el maletero de su coche, estacionado en un aparcamiento de la zona. Fue en ese momento de normal distracción, mientras organizaba la compra en la parte trasera del vehículo, cuando el menor aprovechó para alejarse, corriendo del lugar.
Al notar su ausencia, la madre entró en estado de pánico e inmediatamente alertó a las autoridades. La policía local activó un operativo de búsqueda urgente ante la desaparición de un menor, considerada una situación de riesgo en este tipo de contextos. La colaboración entre las fuerzas de seguridad y el sistema de videovigilancia urbano resultó clave para reconstruir los movimientos del niño.
Recorrió cuatro kilómetros
Gracias a las cámaras instaladas en las calles de Mulhouse y en la red de transporte público, los agentes pudieron seguir el rastro del pequeño. Las imágenes mostraban cómo el niño corría solo por la vía pública antes de introducirse en una de las unidades del tranvía de la ciudad. El recorrido del tranvía le llevó aproximadamente cuatro kilómetros desde el lugar donde fue visto por última vez.
Las autoridades continuaron el rastreo visual mediante las cámaras del interior del tranvía y lograron confirmar que el menor permaneció sentado durante todo el trayecto. Finalmente, el niño se bajó en la estación central de Mulhouse, un nodo ferroviario importante de la ciudad, donde fue localizado por una patrulla de la policía.
Según el medio local Ici Alsace, que recogió la información, todo el proceso -desde la desaparición hasta el reencuentro- se desarrolló en menos de una hora. Aunque no se registró ningún incidente durante el trayecto, la situación generó una gran alarma, tanto para la madre como para los efectivos policiales que participaron en la operación.
Por qué nadie le preguntó o detuvo
El caso ha llamado la atención por la insólita capacidad de decisión del menor, que logró desplazarse sin compañía utilizando el transporte público, sin que nadie lo detuviera o advirtiera su corta edad. Las autoridades no han informado si se emprenderán acciones adicionales para revisar los protocolos de seguridad del transporte urbano respecto al acceso de menores no acompañados.
El niño fue entregado en buen estado a su madre, que lo recibió visiblemente afectada pero aliviada, según relataron los agentes que participaron en el hallazgo. La policía ha recordado la importancia de extremar la vigilancia sobre los menores en entornos públicos, especialmente en espacios como aparcamientos, estaciones y medios de transporte.
Aunque el incidente no tuvo consecuencias graves, pone de manifiesto los riesgos derivados de breves lapsos de distracción y la necesidad de sistemas de respuesta rápida en contextos urbanos. En este caso, el sistema de videovigilancia y la coordinación entre cuerpos policiales fueron determinantes para evitar que la situación derivara en un desenlace más preocupante.
