
La justicia francesa condenó este lunes a la líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen y otros ocho eurodiputados de su partido por desvío de fondos públicos del Parlamento Europeo. La líder de Agrupación Nacional está condenada a cuatro años de cárcel y cinco años de inhabilitación de cualquier cargo público, lo que impediría presentarse a las elecciones presidenciales de 2027, para las que partía como favorita. Un día después de conocerse la noticia, el Tribunal de Apelación de París ha anunciado que tiene previsto resolver el recurso interpuesto contra su condena por corrupción “en el verano de 2026″, como ha recogido EFE este martes. “El Tribunal examinará el asunto respetando unos plazos que deberán permitir contar con una decisión en el verano de 2026″, ha señalado el tribunal. Esto le permitiría presentarse a las próximas elecciones en caso de que el resultado fuese favorable.
Le Pen está sentenciada a cuatro años de prisión, de los cuales dos son firmes que puede cumplir con brazalete electrónico; una multa de 100.000 euros y una pena de inhabilitación de cinco años con aplicación inmediata. Los magistrados han determinado que el partido desvió fondos entre 2004 y 2016 con el fin de contratar asistentes parlamentarios “ficticios” para los diputados durante las tres últimas legislaturas. En total, la presidenta estimó en 2,9 millones de euros la cantidad desviada, de los cuales 474.000 euros se atribuyen a Le Pen, quien presentó a su guardaespaldas, Thierry Légier, y a su secretaria personal, Catherine Griset, como asistentes parlamentarios.
Antes de las elecciones presidenciales
El Tribunal de Apelación, que debe revisar el caso, ha confirmado que ha recibido “tres recursos” vinculados con este escándalo, que involucra no solo a Le Pen, sino también a otras 24 personas relacionadas con el RN. Estos recursos podrán modificar o confirmar la condena inicial, lo que podría cambiar el panorama para la ex candidata presidencial. Como ha señalado EFE, esta apelación supone que el caso ha de juzgarse de nuevo y suspende la pena de cárcel de cuatro años y la multa de 100.000 euros, pero no los cinco años de inhabilitación.
Le Pen defendió ayer que es inocente y que los argumentos con los que se le acusa son “insostenibles”. “Se trata de un desacuerdo administrativo con el Parlamento Europeo. No hay enriquecimiento personal, ni corrupción, ni nada de eso”, dijo en una entrevista en la cadena de televisión TF1.
Nada más conocerse el fallo este lunes, encontró el rechazo frontal de la extrema derecha europea. El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, consideró ayer que “la democracia francesa ha sido ejecutada” con la sentencia.
* Con información de EFE