La televisión, al igual que el lenguaje, evoluciona junto con la sociedad. Sin embargo, las nuevas programaciones y horarios no son plato de buen gusto para toda la audiencia. La llegada del access prime time a La 1 con La Revuelta ha provocado que los contenidos posteriores retrasen su emisión y, por ello, los formatos estrella de RTVE como Masterchef, cada vez comienzan más tarde.
El prime time se ha convertido en un híbrido en nuestra televisión, mientras que las personas siguen madrugando en su día a día para ir a trabajar y no pueden permitirse permanecer frente a la pantalla para ver un programa que terminará cerca de las dos de la madrugada.
En este contexto, la décimotercera edición de MasterChef parecía ofrecer una solución al problema, ya que en su presentación se prometió que se ajustaría su duración para evitar trasnochar a la audiencia. No obstante, la estrategia de programación de RTVE terminó retrasando su inicio, con La Revuelta prolongando su emisión hasta más allá de las 23:10, lo que dejó al concurso de cocina arrancando tarde y concluyendo en la madrugada. ¿El resultado? Una audiencia molesta y con razón.
Lo que más ha indignado a los espectadores es la falta de coherencia entre las promesas realizadas y la realidad de la programación. RTVE y Shine Iberia habían anunciado un recorte en ciertas secciones del programa culinario para que su emisión no se extendiera demasiado, reduciendo la duración de la primera prueba y la de eliminación. Sin embargo, todo esto resultó inútil si La Revuelta termina más tarde de lo previsto por su guerra de audiencias con El Hormiguero, retrasando inevitablemente MasterChef.
Las críticas no se hicieron esperar en redes sociales, donde cientos de usuarios manifestaron su descontento con los horarios absurdos que la televisión pública ha impuesto. Comentarios como “¿Acaso RTVE cree que no trabajamos al día siguiente?”, “No puede ser que un programa familiar comience a las 23:15 en lugar de a las 21:30” o “Nos engañan anunciando un horario y luego retrasándolo constantemente” inundaron en plataformas como X, antes conocida como Twitter.
El problema es aún mayor si se considera que este tipo de estrategias afectan tanto a los espectadores como a las productoras. Para Shine Iberia, encargada de MasterChef, no debe ser grato ver cómo su programa queda en una franja horaria perjudicial y recibe críticas por algo que escapa de su control. Las productoras no suelen intervenir en la programación de las cadenas, pero deben sentir el impacto de estas decisiones. Y es que, a pesar de los esfuerzos por hacer ajustes en la duración del programa, si la emisión previa se alarga, el cambio es irrelevante.
El comienzo para muchos y el final para el primer expulsado
El estreno de MasterChef 13, como era de esperar, generó gran expectación. Los primeros aspirantes fueron presentados, y la competencia arrancó con una dinámica distinta: en la primera prueba de exteriores, fueron los propios concursantes quienes tomaron las decisiones clave. Sin embargo, la emoción del estreno se vio empañada por el cansancio acumulado de aquellos que intentaron seguir el programa hasta su conclusión.
Casos como el de Ariana, una influencer y exparticipante de MasterChef Junior en Estados Unidos, marcaron la primera prueba. Durante la compra de ingredientes, olvidó una cesta con gambas fuera del área permitida. Aunque Jordi Cruz le hizo notar el error, ella intentó incorporarlas al cocinado hasta que Samantha Vallejo-Nágera intervino y lo prohibió. Finalmente, el primer expulsado fue Miguel, quien entre lágrimas vio como su sueño se le escapaba de las manos: "Me encantaría quedarme y aprender muchísimo más con vosotros. Estoy muy decepcionado y muy triste, un error te lleva a irte”.
