Tim Robbins recuerda su relación con Morgan Freeman en ‘Cadena Perpetua’: “Tengo un par de centímetros más que él, pero no diré dónde”

El actor agradeció trabajar con una persona casi tan alta como él en una de las producciones más recordadas de los 90

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Imagen de 'Cadena perpetua', una
Imagen de 'Cadena perpetua', una de las mejores películas de 1994.

El año 1994 es uno de los más queridos por los cinéfilos. A películas de culto como Pulp Fiction o El profesional se le unían éxitos de taquilla como los de La Máscara o Forrest Gump, película que arrasaría luego en la gala de los Oscar. Para toda la familia, además, se podía ir a ver en los cines El rey león, una de las películas de animación con mayor cariño de los fans de Disney.

Sin embargo, la aparición de tantos títulos memorables hizo que muchos de ellos se quedaran sin el reconocimiento que merecían, sobre todo a la hora de llevarse los premios. Es el caso de Cadena perpetua, por ejemplo, que obtuvo hasta siete nominaciones en la gala de los premios de la Academia de Cine para, finalmente, no llevarse ninguno.

La altura de los protagonistas

Este clásico protagonizado por Tim Robbins (ganador de un Oscar al Mejor actor de reparto diez años más tarde por Mystic River) y Morgan Freeman (que obtendría ese mismo galardón dos años más tarde por Million Dollar Baby) sigue gozando de una gran valoración por parte de los espectadores, que la recuerdan como una de las obras canónicas del género carcelario. Muy aplaudidas fueron (y siguen siendo), también, las interpretaciones de los dos protagonistas.

Una particularidad de esa carismática dupla es que se trata de dos actores muy altos. Sobre todo Tim Robbins, quien destaca en la cámara con sus más de 1,95 metros. Freeman, por su parte, mide 1,88, por lo que al verlos juntos en pantalla la altura de su compañero quedaba más disimulada. “En realidad le saco unos cuantos centímetros a Morgan, pero no diré dónde”, bromeaba Robbins al respecto. “Es verdad, no hay muchos actores tan altos como yo. Así que agradezco cuando conozco a uno que lo es. Es genial mirar a alguien a los ojos en lugar de tener dolor de cuello”.

Ante la pregunta de si su altura le había imposibilitado que le ofrecieran más papeles, el actor respondió que era algo que “nunca había pensado”. “Tal vez la persona más alta debería ser el que tenga más frases en un guion. Tal vez así es como debería funcionar. Me gusta esa idea”. Eso sí, en otra ocasión no tuvo reparos en admitir que, más dque tener cuidado con su tamaño, había que reparar en su genio: “Tengo mal carácter”.

Un currículum lleno de grandes nombres

Lo cierto es que, si la altura fue un impedimento para ciertos papeles, a Robbins le sobran los éxitos cinematográficos. A Cadena Perpetua y Mystic River se le podrían añadir otros papeles más secundarios en La guerra de los mundos o, décadas antes, en Top Gun (ídolos del aire). Hasta lo hemos podido ver a la orden de cineastas españoles, como Fernando León de Aranoa en Un día perfecto, o como Isabel Coixet en La vida secreta de las palabras.

La Marina de los Estados Unidos ha creado una escuela de élite para pilotos con el fin de sacar una promoción de expertos en técnicas de combate. (Paramount Pictures)

También como director le debemos algunos títulos memorables. En 1995, justo un año después de Cadena Perpetua, Robbins nos regalaría otro drama carcelario con Pena de muerte (con Sean Penn y Susan Sarandon), la historia de un condenado que busca conseguir la absolución con la ayuda de su hermana antes de ser ejecutado.