
A punto de entrar en el mes de abril, España deja atrás uno de los meses más lluviosos que se recuerdan en los últimos años. La irrupción de la lluvia de forma global en muchos de los territorios de nuestro país, y además de forma continuada, ha sorprendido a muchos e, incluso, ha llegado a enfadar a otros. Los españoles han visto cómo el paso de una borrasca iba coincidiendo con la formación de una nueva, y que el resultado de estos temporales se traducía en intensas lluvias que desbordaban ríos y hacían que la gente prefiriese quedarse en casa en vez de salir a la calle, para no arriesgarse a que le cayese un buen chaparrón.
Concretamente, en Madrid, se ha registrado el mes de marzo más lluvioso de los últimos 135 años. En la capital, donde la cantidad de agua ha pulverizado todos los récords, han caído más de 230 litros por metro cuadrado en tres semanas. Además, en otros puntos de la comunidad, como el Puerto de Navacerrada, las precipitaciones han llegado, incluso, hasta los 500 litros por metro cuadrado. Ríos como el Henares o el Jarama, en su cruce con el río Tajo, han aumentado increíblemente su caudal, hasta llegar a desbordarse en algunos puntos. Sin duda, un más que lluvioso mes de marzo que, además de marcar definitivamente el cambio estacional, y a pesar de causar molestia para algunos, ha hecho un gran favor aumentando las reservas de agua en embalses y acuíferos, ante una amenaza de sequía que venía siendo más que previsible.
La bienvenida definitiva a la primavera
Este mes de marzo, marcado por las precipitaciones fuertes y constantes en la mayoría del territorio de nuestro país, supone, probablemente, la culminación de la verdadera transición estacional entre el invierno y la primavera en España. Tras una temporada caracterizada por un clima seco y unas temperaturas muy bajas, las lluvias han traído consigo la primavera de manera definitiva. Así, el crecimiento exponencial de la vegetación y el aumento de las temperaturas que ya se viene evidenciando durante la última semana terminarán de formar los rasgos primaverales. Con ellos, habrá que empezar a guardar la ropa de invierno, algunas personas sufrirán alergias y, por ejemplo, pequeños insectos como los mosquitos comenzarán a apoderarse de nuestras calles y parques.

El pico máximo de la presencia de mosquitos suele ser entre el final de la primavera y la mitad del verano. Sin embargo, ya se está notando la aparición de estos pequeños bichos, tras unas semanas de lluvia intensa. A medida que las temperaturas aumentan y las precipitaciones persisten, los mosquitos se sienten más atraídos por el clima y comienzan a dejarse ver. Es de esperar que, tras unas semanas de lluvias continuadas, este comienzo de la primavera sea el contexto perfecto para la actividad de los mosquitos.
Las plantas antimosquitos
Uno de los métodos más efectivos para ahuyentar a los pequeños insectos que traten de asediar las casas y los patios y que, además, pueden ayudar a decorar las diferentes zonas del hogar son las plantas aromáticas. La mayoría de ellas, además de ser muy bonitas y perfectas para embellecer las estancias de la casa y el jardín, también tienen un olor característico que mantiene a los mosquitos a raya. De hecho, cualquier planta natural en casa puede ayudar a purificar el aire del interior.

A continuación se muestran algunas de las plantas antimosquitos más populares y eficientes:
- Citronela: se trata de, probablemente, la solución contra los mosquitos más conocida, por su inconfundible aroma a limón. Sus hojas son largas y estrechas y de un color verde intenso. La citronela es una planta de exterior que necesita cuidados sencillos, ya que simplemente hay que evitar que el sustrato esté seco. Tiene propiedades antisépticas y su aceite es muy beneficioso para la salud.
- Geranio limón: su potente aroma es un repelente perfecto para los mosquitos. Además, se trata de una planta arbustiva que no crece en exceso, por lo que es ideal para decoración, por la belleza de su flor e color malva, blanco o rosáceo. Este tipo de geranio debe colocarse a pleno sol.
- Albahaca: esta hierba aromática es muy utilizada en muchas recetas por su característico sabor y fragancia. Además de aportar un riquísimo carácter a las comidas, esta planta es capaz de mantener a los mosquitos alejados. Para mantenerla correctamente, puede plantarse en maceta o en el suelo, pero siempre en una zona soleada y calurosa.
- Romero: se trata de la planta antimosquitos más resistente y duradera. Las condiciones de vida de esta planta permiten que se mantenga en buen estado durante mucho tiempo. El romero está acostumbrado a la sequía, por lo que no hay que regarlo en exceso y debe colocarse en una zona expuesta al calor. Para aumentar su efectividad contra los insectos, es recomendable quemar algunas de sus hojas en una vela.
- Laurel: conocido por su efecto contra las cucarachas, el aceite de laurel es muy efectivo contra todo tipo de insectos. Si se queman las hojas, el humo mantendrá a los mosquitos alejados. Se trata de un arbusto que puede llegar a crecer hasta 10 metros, y no debe ser regado en exceso.