
Puede que los rodapiés sean los grandes olvidados del hogar. Parece que al estar tan abajo, no recordamos que están ahí, acumulando polvo, da igual con la frecuencia con la que los limpiemos. Esto ocurre por la electricidad estática que generan superficies como la madera o el plástico, que provocan que el polvo y la suciedad se adhieran con facilidad. No obstante, según ha explicado Kieron Miller, especialista de Skirting al medio británico Express, hay un sencillo truco para mantenerlo relucientes: utilizar las toallitas para la secadora.
La mejor forma de repeler el polvo de los rodapiés
El experto comenta que frotar los rodapiés ya limpios con las toallitas para la secadora puede ayudar a mantenerlos libres de polvo durante más tiempo, gracias a sus propiedades antiestáticas. Según señala, este paso final en la limpieza general evita que el polvo se adhiera y se acumule, lo que podría reducir la necesidad de que estemos vigilando que estén repletos de motas.
Por qué funciona este truco
Que este truco funcione puede parecer algo extraño, pero es efectivo porque estas toallitas normalmente están recubiertas de suavizante de telas y otros productos jabonosos que dejan un ligero residuo que hacen que la superficie se vuelva resbaladiza. De esta manera, las motas de suciedad se caerán como si estuvieran en un tobogán, las paredes lucirán limpias y además, tendrán un olor fresco.
Cómo limpiar los rodapiés
Antes de pasar las toallitas, será preciso limpiar los rodapiés. El paso a paso es el siguiente:
- Quitar el polvo: con un cepillo de cerdas suaves y comprobando que se alcanzan todos los rincones y grietas.
- Preparar una solución limpiadora: llenar un cubo con agua tibia y agregar una pequeña cantidad de detergente o limpiador multiusos y mezclarlo hasta que quede un líquido homogéneo.
- Limpiar: sumergir un paño de microfibra o esponja en la mezcla y escurrirlo para que no quede demasiado húmedo. Es importante comenzar por un extremo y continuar a lo largo con movimientos suaves y amplios.
- Secado: una vez relucientes, coger una toalla y secar bien los rodapiés. Es vital hacerlo correctamente, debido a que cualquier resto de humedad puede provocar daños o deformaciones.
- Pasar la toallita de la secadora: restregarla suavemente para que se mantengan libres de polvo durante más tiempo. Su eficacia depende de la circulación del aire de la estancia, pero suele durante unos meses. Para prolongarla, es recomendable repetir este paso cada semana.
Otros trucos para limpiar los rodapiés
Además del uso de toallitas para secadora, existen otros métodos eficaces para mantener los rodapiés limpios. Un truco sencillo es pasar un paño de microfibra ligeramente humedecido con agua y vinagre blanco, una mezcla que ayuda a desinfectar y eliminar manchas sin dañar la pintura. Para las esquinas y relieves, se recomienda utilizar un cepillo de dientes viejo o un pincel pequeño, que permiten acceder a zonas de difícil alcance. Si los rodapiés tienen grasa o suciedad acumulada, especialmente en cocinas, se puede aplicar una solución de agua tibia con unas gotas de detergente lavavajillas. Por último, pasar la aspiradora con un accesorio de cepillo antes de limpiar evita que el polvo se esparza.