La empresa ‘Fleshlight’ lleva al Supremo el robo de 7.000 vaginas de plástico por parte de dos de sus exdirectivos

La Audiencia de Sevilla condenó a los dos autores a cuatro y cinco meses de prisión por desviar y apropiarse de 7.400 unidades de estos productos hace más de una década

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Dos exdirectivos son condenados a
Dos exdirectivos son condenados a prisión por desviar juguetes sexuales de su empresa (Freepik)

La firma Fleshlight Internacional, una de las empresas líderes mundiales en el negocio del juguete erótico con sede en Dos Hermanas, ha anunciado un recurso ante el Supremo contra la sentencia de la Audiencia de Sevilla que condenó a dos exdirectivos por apropiarse indebidamente de más de 7.000 vaginas de goma.

La mercantil afectada considera que esta sentencia condenatoria no es suficiente y, en el anuncio del recurso de casación ante el Tribunal Supremo al que ha tenido acceso EFE, traslada que el fallo no resulta a su juicio ajustado a derecho y es contrario a los intereses de la empresa por motivos como quebrantamientos de forma e infracciones de ley y de precepto constitucional.

Robo de 7.400 vaginas de imitación

Hace dos semanas, la Audiencia de Sevilla condenó a los dos exdirectivos a cuatro y cinco meses de prisión por desviar y apropiarse de 7.400 unidades de vaginas de imitación hace más de una década.

Los procesados, Alejandro M. L. y Ramón M. L., se encargaban de dirigir el departamento de producción, por lo que pudieron acceder a todos los detalles de los pedidos de su empresa para idear su operación para apoderarse de los productos de índole sexual. El caso contra los exdirectivos comenzó a mediados del cuatro trimestre de 2012, cuando Steven Allen Shubin, administrador de la empresa gestora de Fleshlight, decidió realizar una auditoría externa de la contabilidad y fiscalidad de la compañía.

Una vez descubiertas las actividades irregulares de estos, el 18 de diciembre se tomó la decisión de despedir a los presuntos ladrones de la empresa. A pesar de las explicaciones que los implicados transmitieron a Fleshlight, la resolución judicial establece que tanto Alejandro como Ramón desviaron sin justificación 22 palets de productos destinados originalmente a la cadena de producción de la empresa.

El objetivo de los exdirectivos para los 7.200 productos

Según lo que ha dictaminado la Audiencia de Sevilla, los implicados coordinaron el transporte de los palets desde las instalaciones de Fleshlight hacia una nave en Seseña, Toledo, el 14 de diciembre de 2012. En la sentencia se detalla los productos desviados, se trataban del denominado manga, un artículo diseñado para simular los genitales femeninos, con 360 unidades en cada palet. Asimismo, los acusados cogieron dos palets que incluían materiales de embalaje y packaging.

Frustrado el robo de casi media tonelada de aceitunas en Sevilla durante el primer día de la campaña de verdeo.

“El objetivo de los acusados era hacer suyos los productos desviados”, señala la resolución. El valor total de la mercancía ha sido estimado en 32.202,67 euros. Además, para ocultar las irregularidades, los exdirectivos eliminaron los últimos inventarios de la empresa, donde figuraba la mercancía sustraída. La cuestión se agravó cuando Ramón M. L. acopió en su domicilio personal un total de 2.160 unidades del producto, con un valor calculado en 11.500,64 euros.

Aunque los acusados informaron a la empresa sobre la ubicación de los productos desviados mediante un burofax fechado el 23 de enero de 2013, las unidades almacenadas en la nave de Seseña fueron trasladadas de vuelta a las instalaciones de Fleshlight el 5 de septiembre, tras un acta notarial extendida a requerimiento del nuevo gerente de la compañía. Sin embargo, según la sentencia, las unidades que Ramón M. L. mantenía en su domicilio “no volvieron a las instalaciones de la empresa querellante”.

Fleshlight, reconocido mundialmente por sus juguetes sexuales masculinos que buscan brindar experiencias sensoriales realistas, calificó estas acciones como una grave traición a los principios de la compañía. “La confianza depositada en estos directivos fue completamente vulnerada”, señaló Steven Allen Shubin durante la investigación. Igualmente, algunas fuentes de la empresa apuntaron que el caso marcó un punto de inflexión en los controles internos de inventarios y auditorías, implementando desde entonces más estrictas medidas de supervisión.