
La ballena azul es el animal más grande del mundo, los hámsteres hibernan en libertad, un mosquito es el más peligroso… Son muchas las curiosidades que esconde el mundo salvaje y no todas son conocidas por la mayoría. Este ocurre, por ejemplo, con la especie que nunca duerme y que es capaz de alternar periodos en los que solo una parte de su cerebro descansa. Esto es, seguramente, una incógnita para un buen número de personas.
Tanto para los amantes de la naturaleza como para aquellos que no lo son tanto, hay un sinfín de datos sorprendentes que bien merecen prestarle atención. Y es que, en contra de lo que algunos pueden llegar a crear, existen animales que nunca duermen y otros que no lo hacen tanto como parece. A ello se unen que hay especies que descansan de una forma curiosa: los hay que lo hacen de pie o con los ojos abiertos e, incluso, otros que duermen mientras siguen en movimiento.
Si duermen, dejan de respirar

A diferencia de muchos peces óseos, los tiburones carecen de vejiga natatoria, un órgano que permite mantenerse a flote sin esfuerzo. Esta característica anatómica obliga a la mayoría de las especies a nadar constantemente para no hundirse. Pero no se trata solo de flotar: su respiración también depende del movimiento. Para extraer oxígeno del agua a través de las branquias, necesitan que esta fluya de forma continua por su cavidad bucal. Si se detienen por completo, dejan de respirar.
Este rasgo fisiológico condiciona profundamente sus patrones de descanso. Según investigaciones del Instituto de Ciencias Marinas de Florida y otros centros especializados en el estudio de elasmobranquios, los tiburones no duermen como otros vertebrados. En lugar de un sueño profundo e inmóvil, atraviesan periodos de baja actividad en los que solo algunas áreas del cerebro disminuyen su actividad. Esta forma de descanso parcial, conocida como “sueño unihemisférico”, permite que una parte del cerebro permanezca alerta mientras el resto descansa.
Para facilitar estos momentos de reposo, algunas especies se posicionan estratégicamente en corrientes marinas que favorecen la oxigenación sin necesidad de nadar activamente. Otras, como el tiburón nodriza, han desarrollado la capacidad de bombear agua por las branquias sin moverse, lo que les permite descansar en el fondo marino. Sin embargo, esto no es común a todas las especies.
Estudios publicados en la revista Biology Letters indican que incluso durante estos estados de reposo, los tiburones conservan cierto grado de vigilancia, lo que sugiere una adaptación evolutiva a su rol como depredadores, pero también como posibles presas en su etapa juvenil. Así, la imposibilidad de dormir en el sentido convencional no es una desventaja evolutiva, sino una estrategia de supervivencia ajustada a su entorno.
Otras curiosidades de los tiburones
Algunas especies de tiburones presentan un tipo de sueño unihemisférico, en el que solo una parte del cerebro descansa mientras la otra se mantiene activa, lo que les permite seguir nadando. Pero esta no es el único dato sorprendente de estos animales, sino también los siguientes:
- Carecen de vejiga natatoria. A diferencia de los peces óseos, los tiburones no cuentan con vejiga natatoria, el órgano que permite flotar sin esfuerzo. Por ello, deben nadar constantemente para no hundirse.
- Respiran en movimiento. La mayoría necesita que el agua fluya continuamente por sus branquias para obtener oxígeno. Si dejan de nadar, no pueden respirar y podrían morir por asfixia.
- Piel con textura de lija. Su piel está cubierta por escamas dérmicas llamadas dentículos, que reducen la fricción con el agua y les otorgan una textura similar a la del papel de lija.
- Sentido del olfato extremadamente agudo. Pueden detectar una gota de sangre en millones de litros de agua y localizarla a varios kilómetros de distancia, gracias a su desarrollado sistema olfativo.
- Electrorrecepción. Poseen órganos llamados ampollas de Lorenzini, capaces de detectar los campos eléctricos generados por otros seres vivos, lo que les permite cazar incluso en total oscuridad.
- Diversidad de especies. Existen más de 500 especies de tiburones identificadas, desde el tiburón ballena, el pez más grande del mundo, hasta especies de apenas 20 centímetros como el tiburón linterna enano.
- Larga historia evolutiva. Habitan los océanos desde hace más de 400 millones de años, mucho antes que los dinosaurios. Su resistencia y adaptación los han convertido en uno de los linajes más antiguos de vertebrados.