
Irse a vivir al extranjero aporta una gran cantidad de beneficios: independencia, mejora de otros idiomas, soltura en distintos ambientes y muchas experiencias nuevas que permitirán una serie de aprendizajes únicos. Cada vez son más los jóvenes que toman la decisión de hacer las maletas e irse fuera de las fronteras de España: Irlanda, Suecia o Francia son algunos de los destinos más elegidos, aunque hay quienes prefieren irse más lejos y descubrir culturas completamente distintas a la que conocen.
La mayoría de personas que han decidido mudarse al extranjero utilizan las redes sociales para explicar a sus seguidores cuáles son las cosas que más les gustan de su nuevo hogar. Sin embargo, se pueden producir choques culturales cuando los aspectos que encuentra en el país en el que se instala difieren mucho de aquellos a los que está acostumbrado. Además, son muchos las personas que, al marcharse a otros lugares, echan de menos algunas cuestiones de las costumbres, tradiciones y la sociedad de España.
Carmen, una mujer española que vive en el Reino Unido, publica en su cuenta de TikTok (@carmeninuk) cómo es su día a día en el extranjero. Aunque allí encuentra muchas cosas que le gustan, también reconoce que extraña otras de España, razón por la que cada vez que regresa intenta aprovecharlas al máximo.
El clima, los hogares y la espontaneidad
El primer aspecto que ha destacado Carmen de las cosas que echa de menos de su país es el clima. En lugares como Reino Unido o los países nórdicos, los días soleados no abundan, por lo que lo general es encontrar el cielo nublado o que la lluvia acompañe a todas partes: “La vitamina D, en lugar de ser natural, es en pastillas porque la mayoría de los días son así”, destaca la española, mostrando por la ventana de su casa el tiempo que hace en el exterior.
En cuanto a las estructuras de los hogares, Carmen también encuentra bastantes diferencias con respecto a España: las persianas, que no son habituales en Reino Unido, por lo que es difícil conseguir una absoluta oscuridad en las habitaciones por las noches; las rejas de las ventanas, aunque la española destaca que “tienen un seguro” que impide que se abran demasiado, para evitar accidentes, y pueden cerrarse con llave para que nadie las abra, y las losas del suelo, puesto que también es frecuente que en las casas haya moqueta. Estas suelen ser difíciles de limpiar y pueden absorber con mayor facilidad los olores, además de que se pueden criar bichos, como la mujer observa al final de su vídeo.
Por otra parte, también hay cuestiones gastronómicas que extraña: “Aunque haya pan y unos bollos así grandes, con semillas, de todas las formas, no hay molletes”. En particular echa de menos “ese pan recién hecho, calentito, de la panadería, esa mañana que llegas a tu casa y no te queda pan porque ya te lo has comido...”
Sin duda, algunos aspectos que más difieren entre Reino Unido y España son la cultura y las relaciones sociales. Por ejemplo, Carmen enumera la Semana Santa, la feria o poder “tomarte una caña de un euro donde te ponen un plato de tortilla gigante”. De la misma manera, la forma en la que la gente interactúa también cambia: “Decirle a mi amiga: ‘Tía, que salgo de mi casa y en 10 minutos estoy en la suya’. Porque aquí ya nos hemos vuelto muy ingleses y tenemos que mirar la agenda: ‘El lunes, déjame mirar... Uh, el lunes va a estar complicado. Déjame ver el jueves a las 5 y 15′. ¡Y no se improvisa!”.
Lo mismo ocurre con las distancias. Aunque esto ocurre también en las grandes ciudades españolas, Carmen extraña esos entornos más pequeños en los que quedar con los amigos no supone desplazarse durante más de unos 15 minutos: “‘¿Cuánto tardo? ¿Una hora y media? No pasa nada’. Y aquí es tan normal. Es como ir de Córdoba a Granada para vernos un par de horas”.
Pese a que son muchas las cuestiones positivas que tiene irse a vivir a otro país, es muy importante poner en una balanza también lo que te aporta permanecer en España. No solo debe tenerse en cuenta el trabajo o la economía, sino que las relaciones sociales o las costumbres también son muy relevantes a la hora de tomar la decisión final.