
Con los coches nunca se sabe, y suele hablarse de mala suerte cuando uno sale malo, cuando el taller se convierte en un lugar más habitual de lo deseado. Cierto que a nadie escapa que hay marcas con más querencia que otras al mecánico, que conocemos los modelos más fiables o que más duran y, por el contrario, los que más se rompen. Bien lo saben quienes se dedican y viven de repararlos.
Pero esta historia sí va de mala suerte, de una cadena de infortunios en torno a un vehículo que un día circula y al siguiente, y en el lugar menos indicado, sufre primero un incendio y luego una inundación. O mala praxis, según se mire. Todo parte de un accidente ordinario, como es un golpe por detrás, algo que sucede sobre todo en ciudades y que suelen resolver un parte amistoso y chapa y pintura.
En este caso, el/la conductor/a llevó el coche al taller tras el golpe, ya con el ok del seguro, que se hacía cargo. Sin saber que se trataba más bien de una despedida. Lo explican dos ya conocidos en la red social TikTok, en especial para quienes consumen vídeos de motor. Cristina y Johnny (@desguacemotocoche), empleados de un desguace, cuentan la desafortunada historia de este vehículo, color azul.

Qué le pasó al coche
“Este coche está gafado -comienzan-. ¿Le habrá pasado delante un gato negro? Es un Opel Corsa del año 2022, con motor 1.200 PureTech. El coche con más mala suerte que ha entrado en el desguace".
La historia sigue así: “Imagina que tú estás tan feliz en un semáforo con tu coche y te dan por detrás. Pero bueno, el seguro te da el visto bueno y te lo van a arreglar. Menos mal. ¿Y qué pasa cuando está en el taller? Que lo queman. ¿Qué hago? Manguera. Y lo inundan. ¿Y qué nos queda? Un coche hostiado (sic), quemado, inundado y que solo se ha salvado el motor. De verdad, qué mala suerte“.

Se preguntan Cristina y Johnny “qué le queda por hacer al pobre dueño de este coche después de todo lo que le ha pasado”. Y, un vídeo más, no dejan de dar su opinión sobre el modelo que tienen entre manos, que parece no gustarles demasiado. Johnny asegura que él, de ser el dueño, “le daría las gracias al mecánico”. “¿Tú sabes el muerto que le ha quitado al hombre? Si este, más que gafe, lo que ha tenido es buena suerte“.
Qué puede hacer el dueño
Respondiendo a qué se puede hacer en un caso así, en caso de tu coche termine en un taller en el más literal de los sentidos, estas son algunas recomendaciones:
- Notificar el incidente al taller: lo primero que debe hacer el propietario del vehículo es notificar inmediatamente al taller sobre el incidente. Si el ha sido dañado de manera grave mientras estaba en su poder, el taller tiene la responsabilidad de informar al cliente de manera detallada sobre lo ocurrido. La notificación debe ser por escrito, ya sea por correo electrónico o mediante una carta certificada, y debe incluir una descripción de los daños sufridos.
- Revisar el contrato y la cobertura del seguro: es importante revisar el contrato de servicio firmado con el taller, que podría incluir una cláusula de responsabilidad sobre los daños causados al vehículo durante su estancia. Muchos talleres ofrecen seguros o garantías que cubren daños accidentales, pero es fundamental conocer los detalles de estas coberturas. En caso de no contar con un seguro específico, el propietario deberá buscar cobertura a través del seguro de su propio. Dependiendo de la póliza contratada, es posible que se cubran los daños sufridos por el vehículo mientras estaba en el taller.
- Recopilar pruebas: ante cualquier incidente grave, como el incendio o la inundación de un vehículo, es esencial recopilar todas las pruebas posibles. El propietario debe tomar fotografías del daño y del estado del taller, así como obtener informes de los bomberos, policías o cualquier otra autoridad que haya intervenido en el incidente. Estos documentos y evidencias serán fundamentales si se decide emprender acciones legales.
- Solicitar la indemnización: si el taller es responsable de los daños, el propietario tiene derecho a exigir una indemnización. La cantidad debe cubrir el valor total de la reparación o el coste de reemplazo del vehículo si no es posible restaurarlo. Es recomendable solicitar una valoración independiente del para conocer su valor antes y después del daño.
- Acciones legales: si el taller no ofrece una solución satisfactoria o niega su responsabilidad, el siguiente paso es buscar asesoría legal. Un abogado especializado en derecho civil o de consumo puede ayudar a reclamar una indemnización por daños y perjuicios. Dependiendo de la magnitud del daño y la responsabilidad del taller, se podría demandar por incumplimiento del contrato o negligencia. En este caso, el propietario podrá presentar una demanda en los tribunales, buscando que el taller cubra los gastos de reparación o el valor total del vehículo si este no es reparable.
- Presentar una reclamación ante organismos de protección al consumidor: en España, los consumidores pueden presentar reclamaciones ante la Oficina de Atención al Consumidor o la Dirección General de Comercio y Consumo. Este organismo puede intervenir en casos de negligencia o incumplimiento por parte de empresas que afectan los derechos de los consumidores. Además, las asociaciones de consumidores ofrecen asistencia legal en estos casos.