Así operaba el call center que estafó 2 millones de euros con la trampa del “sicario” y el “hijo en apuros”: amenazaban con amputaciones falsas

Un operativo simultáneo en tres provincias españolas permitió desarticular un grupo delictivo especializado en extorsión y manipulación psicológica a través de sofisticados métodos

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Fuente: Policía Nacional
Fuente: Policía Nacional

Un operativo de gran envergadura llevado a cabo por la Policía Nacional ha permitido desarticular una organización criminal que operaba desde un ‘call center’ en Alicante, dedicado a extorsionar a miles de personas mediante las conocidas estafas del “sicario” y del “hijo en apuros”.

Según informó la Policía, el grupo delictivo habría obtenido más de 2 millones de euros a través de estas actividades ilícitas, utilizando métodos sofisticados para intimidar a sus víctimas y blanquear los beneficios. En total, 73 personas han sido detenidas en el marco de esta operación, que incluyó 22 registros simultáneos en las provincias de Valencia, Alicante y Barcelona.

De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades, el call center, ubicado en una vivienda de la localidad alicantina de Benissa, operaba las 24 horas del día y contaba con un equipo de siete personas, entre ellas el líder de la organización. Durante los registros, se incautaron 250.000 euros en efectivo, armas de fuego, machetes, sustancias estupefacientes, 90 teléfonos móviles y documentación relacionada con las actividades delictivas. Además, se bloquearon 129 cuentas bancarias, tres viviendas valoradas en 270.000 euros y más de 20 vehículos.

El modus operandi: extorsión y manipulación psicológica

La investigación comenzó tras la denuncia de un hombre que había sido víctima de la estafa del “sicario”. Según detalló la Policía, la organización captaba a sus víctimas a través de páginas web falsas de citas, donde publicaban anuncios con imágenes de mujeres obtenidas de fuentes abiertas en Internet.

Los anuncios, que incluían mensajes seductores como “Dulce universitaria que te hará vivir experiencias únicas”, ofrecían un número de contacto. Sin embargo, al intentar comunicarse, las víctimas no recibían respuesta, pero sus números quedaban registrados.

Posteriormente, las víctimas eran contactadas por miembros de la organización que se hacían pasar por “sicarios”. Estos individuos afirmaban ser responsables de las mujeres anunciadas, sus proxenetas, y acusaban a las víctimas de haber hecho perder el tiempo a las supuestas trabajadoras.

Fuente: Policía Nacional
Fuente: Policía Nacional

Para reforzar sus amenazas, enviaban imágenes y vídeos extremadamente violentos, incluyendo amputaciones y agresiones graves, exigiendo pagos inmediatos mediante transferencias bancarias o sistemas de pago instantáneo. En algunos casos, las víctimas llegaron a pagar sumas significativas, como un hombre que transfirió 6.000 euros tras ser intimidado.

Además de la extorsión del “sicario”, el grupo también ejecutaba la estafa del “hijo en apuros”. En este esquema, los delincuentes se hacían pasar por hijos de las víctimas, enviando mensajes desde supuestos teléfonos de amigos y alegando emergencias que requerían dinero urgente. Este método, que apelaba a la preocupación emocional de los padres, se realizaba de manera masiva desde el mismo ‘call center’.

Una estructura criminal altamente organizada

La organización criminal estaba compuesta por diferentes roles claramente definidos, lo que permitía una operación eficiente y coordinada. Según informó la Policía, los “captadores” se encargaban de reclutar a las llamadas “mulas”, personas que abrían cuentas bancarias online para recibir los pagos de las víctimas. En muchos casos, las mulas eran individuos en situación de vulnerabilidad, como drogodependientes, a quienes se les ofrecían incentivos económicos y se les vestía con ropa de marcas de lujo para acudir a las sucursales bancarias.

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Por otro lado, los “extractores” eran responsables de retirar rápidamente el dinero de las cuentas una vez que las víctimas realizaban los pagos. Este efectivo era entregado a los líderes de la organización. Finalmente, las “voces” eran los encargados de contactar directamente con las víctimas, utilizando técnicas de manipulación psicológica para intimidarlas y asegurar los pagos.

El líder de la organización, según las investigaciones, residía en una de las cuatro viviendas que poseía, donde también se vendían sustancias estupefacientes. Este individuo utilizaba empresas ficticias para blanquear el dinero obtenido de las estafas. Una de estas empresas, supuestamente dedicada a actividades agrícolas, empleaba a las mulas como asalariados para simular una actividad económica legítima. Además, la madre del líder actuaba como testaferro, gestionando los fondos ilícitos y recibiendo dinero de otros miembros de la familia, incluida la abuela, quien recogía el efectivo de los domicilios.

Resultados del operativo y continuidad de la investigación

El operativo, llevado a cabo el pasado 11 de febrero, permitió a la Policía Nacional desmantelar por completo esta red criminal. En total, se detuvo a 73 personas, de las cuales 64 fueron arrestadas en Valencia, siete en Benissa y dos en Tarrasa. Entre los delitos imputados se encuentran pertenencia a organización criminal, extorsión, estafa, blanqueo de capitales, tráfico de drogas y usurpación del estado civil. Siete de los detenidos han ingresado en prisión preventiva.

Además de los 250.000 euros en efectivo, las autoridades incautaron 60.000 euros en criptomonedas, seis vehículos, material informático y documentación que podría ser clave para identificar a más víctimas. Hasta el momento, se han presentado 85 denuncias, pero la Policía estima que el número total de afectados podría superar los 2.000, por lo que la investigación sigue abierta.