La situación geopolítica y diplomática global en nuestro planeta se va caldeando cada vez más, desde que las tensiones entre los diferentes gobiernos y organizaciones y los conflictos bélicos en curso hayan provocado que, incluso, dirigentes tan poderosos como el estadounidense Donald Trump o el ruso Vladimir Putin hayan pronunciado más de una vez las palabras ‘Tercera Guerra Mundial’. Lo cierto es que, con la consecución de dos conflictos armados tan relevantes para la situación diplomática mundial, como son la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto palestino-israelí, es un hecho que hace temblar los cimientos de una estabilidad mundial.
Al fin y al cabo, el hecho de que ambas guerras se estén desarrollando al mismo tiempo es un factor que agudiza la tensión, no solo entre los países implicados, sino también en otros conflictos, en gobiernos como el de Estados Unidos o en la Unión Europea. El conflicto entre Ucrania y Rusia, cumplió en febrero los 3 años de duración, y los avances hacia una paz son demasiado inciertos. En cuanto a la guerra de Gaza, la catástrofe humanitaria que sigue generando es absolutamente excepcional, y las treguas se suceden con los ataques masivos, por lo que el conflicto tampoco avanza hacia un buen puerto.
Protegerse de un posible rearme mundial
Son muchas las personas preocupadas por la probabilidad existente de que se desencadene una Tercera Guerra Mundial. Aunque muchos expertos han señalado que este acontecimiento es aún improbable, lo cierto es que los constantes cambios de la situación geopolítica, con ataques, treguas, negociaciones, acuerdos y rupturas hacen que cada vez sea más imprevisible un supuesto comienzo de una guerra a nivel global. Por tanto, algunos ya han pensado cómo sería posible protegerse de la masacre de la guerra. Es el caso del fundador de la compañía Jazztel, el argentino Martin Varsavsky.
El empresario ya ha encontrado el refugio perfecto al que acudir en el caso de que se produzca el estallido de la Tercera Guerra Mundial. Se trata de un recóndito territorio de una extensión de 32.000 hectáreas que, dice Varsavsky, compró “sin verlas”: “Cuando vine me enamoré del lugar. Esto es increíble, vine ya como cinco veces y llegué a estar como dos semanas explorando el campo con mi familia y sin salir de él“. El Refugio Wamani será, según la idea de Martin Varsavsky, el oasis de los empresarios tecnológicos en un contexto de guerra. El dueño de Jazztel se ha unido a otros nombres como Alec Oxenford o Mike Santos, que son también dueños del terreno: “Es curioso... Somos todos emprendedores, y ahora estamos viendo qué vamos a hacer. Si vamos a hacer un hotel o si lo vamos a dejar como un refugio para nosotros“.
32.000 hectáreas de refugio cerca de Los Andes
El Refugio Wamani se ubica en Argentina, más concretamente en el departamento de San Carlos, de la provincia de Mendoza. Se trata de un emplazamiento singular, ya que se encuentra a unos 3.100 metros de altura, en un terreno árido junto a la cordillera de Los Andes. La ciudad más próxima se encuentra a 150 kilómetros, y el último poblado a 75. Por tanto, parece un paraíso natural ideal para huir de la civilización y sobrevivir a una dura guerra. Para Varsavsky, este lugar ya es el ‘búnker del fin del mundo’.
