
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado un paso más en su Plan de seguridad vial con la instalación de 17 nuevos radares en diversas carreteras de toda España. Estos dispositivos forman parte de un ambicioso proyecto que contempla la instalación de 122 puntos de control de velocidad a lo largo de 2025, destinados a mejorar la seguridad vial y reducir el número de accidentes en carreteras convencionales y vías de alta ocupación.
De los 17 nuevos radares que han entrado en funcionamiento, nueve son fijos y ocho de tramo. Estos dispositivos han sido ubicados en carreteras de seis Comunidades Autónomas: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y la Comunidad de Madrid. La DGT ha subrayado que estos nuevos puntos de control están debidamente señalizados, tal y como es habitual, y se pueden consultar en su página web, donde también se ofrecen detalles sobre su localización para que los operadores de sistemas de navegación los integren en sus mapas.
A partir de su puesta en marcha, los conductores que superen los límites de velocidad establecidos en las zonas donde se encuentran estos radares recibirán, durante el primer mes de funcionamiento, una carta informativa. Esta misiva advertirá a los infractores de que han sido captados por un radar mientras circulaban a una velocidad superior a la permitida. Sin embargo, transcurrido este plazo de advertencia, las infracciones serán sancionadas con la correspondiente multa, cuyo importe variará según la gravedad de la infracción cometida.
Radares fijos y radares de tramo
Entre los nuevos dispositivos instalados se incluyen tanto radares fijos como radares de tramo. Los radares fijos, como su nombre indica, se encuentran ubicados en puntos específicos de la red viaria y son capaces de detectar el exceso de velocidad en el momento en que un vehículo pasa por su ubicación. Estos radares están diseñados para actuar como un elemento disuasorio, contribuyendo a que los conductores mantengan una velocidad segura en áreas con mayor riesgo de accidentes.
Por otro lado, los radares de tramo, que han estado operativos desde 2010, funcionan de manera diferente. En lugar de medir la velocidad de un vehículo en un punto concreto, calculan la velocidad media a lo largo de un tramo determinado de la carretera. Este sistema está compuesto por cámaras que capturan la matrícula de los vehículos tanto a la entrada como a la salida del tramo controlado. A través de un sistema informático, se calculan los tiempos de paso y, si la velocidad media de un vehículo durante el trayecto excede el límite permitido, se tramita la denuncia por infracción.
Los radares de tramo, que pueden extenderse a lo largo de varios kilómetros, son especialmente eficaces en la vigilancia de comportamientos peligrosos durante la conducción que no siempre son detectables en radares fijos, como el uso de la velocidad excesiva durante un recorrido largo. Estos sistemas, además de ser eficaces, cuentan con la ventaja de ser discretos, ya que no están ubicados en un solo punto, lo que aumenta la percepción de seguridad en las zonas que vigilan.
Para advertir a los conductores de la presencia de estos controles, las carreteras donde se encuentran los radares de tramo se señalizan con antelación a través de paneles informativos, que alertan sobre la velocidad controlada en la vía. De este modo, la DGT busca garantizar que los conductores estén al tanto de los límites de velocidad y la presencia de controles, fomentando una conducción más segura y responsable.
Ubicación de los nuevos radares
Los nuevos radares de la DGT están distribuidos en diversas zonas de España, lo que refleja un esfuerzo por extender el control de velocidad en las principales vías de circulación del país. Entre las Comunidades Autónomas que cuentan con nuevos puntos de control se incluyen:
- Castilla y León: En esta comunidad se han instalado un radar fijo en la carretera LE311 de la provincia de León y uno de tramo en la SA20 de Salamanca.
- Castilla-La Mancha: En esta región las carreteras afectadas son la CM4010 y la CM101 a su paso por Toledo y Guadalajara, respectivamente. En ambos casos, se trata de radares fijos.
- Comunidad Valenciana: Los valencianos deberán prestar atención a tres nuevos radares de tramo: dos de ellos en la N340 en Castellón y uno en la V31 de Valencia.
- Andalucía: En Andalucía, se han equipado con radares fijos las carreteras A-49 y A-8005, de Sevilla, y la A-491, en Cádiz.
- Canarias: El territorio insular en el Atlántico es la región que más radares ha incorporado en esta oportunidad con un total de cinco: tres fijos, uno de la TF5 y dos en la TF66; y dos de tramo en la TF655. Todos ellos en Tenerife.
- Comunidad de Madrid: Por su parte, los madrileños deberán prestar atención a los dos radares de tramo instalados en la M521.
Con esta iniciativa, la DGT no solo refuerza su estrategia para reducir los accidentes de tráfico, sino que también intensifica su presencia en las carreteras más transitadas del país. La instalación de estos nuevos radares se suma a los esfuerzos continuos para crear una red vial más segura para todos los usuarios.