
El ministerio de Asuntos Exteriores francés ha modificado este martes sus recomendaciones de viaje a Estados Unidos ante los retrocesos en políticas sociales contra personas transgénero y no binarios y las restricciones migratorias. Francia se suma al ejemplo de países europeos como Dinamarca, Finlandia, Alemania y Reino Unido y, en su nueva revisión, advierte a sus viajeros nacionales que las solicitudes de visa (en sus siglas, ESTA) ahora requieren la inclusión del “sexo al nacer”, cuando antes estaba permitida la opción del sexo X (sin especificar) en el mismo formulario.
El servicio diplomático francés ha aclarado que por el momento no tiene constancia de rechazos a ciudadanos franceses en las fronteras por cuestiones de género, pero aún así recomienda consultar regularmente el sitio web de la Embajada de Estados Unidos en Francia y contactar con las aerolíneas para verificar cualquier cambio adicional que pueda afectar a los planes de viaje.
Lo hace después de que el pasado mes de febrero Donald Trump firmase una orden ejecutiva en la que se reconocen únicamente dos sexos inmutables: el masculino y femenino. “Esta administración está recuperando el sentido común y restaurando la verdad biológica en el gobierno federal”, declaró entonces el Secretario de Salud y Servicios Humanos de EEUU, Robert F. Kennedy.
Ante el temor de que esta situación genere problemas en los documentos de las personas que deseen viajar a EEUU, Dinamarca avisó en su página oficial que los nacionales transgénero corren el riesgo de ser rechazados si tienen una entrada de género X en su pasaporte o si han cambiado de sexo. Por ello recomienda a los viajeros que se comuniquen con la embajada de Estados Unidos en Copenhague antes de visitar.
Al tiempo, el ministerio de Asuntos Exteriores finlandés actualizó sus recomendaciones haciendo alusión a la misma cuestión: “Si el sexo actual del solicitante en su pasaporte es diferente del sexo confirmado al nacer, las autoridades estadounidenses podrían denegarle la entrada”, puede leerse en su página oficial.
Crece la preocupación tras las últimas detenciones de europeos
Hace una semana, tres ciudadanos alemanes fueron detenidos en los controles fronterizos para después ser deportados. Un familiar de uno de los arrestados señaló a los medios alemanes que, a su paso por los controles, fueron “violentamente interrogados” por los funcionarios estadounidenses. Tras recibir la notificación, las autoridades alemanas han tratado de esclarecer si fue un episodio aislado o un aviso a navegantes.
En todo caso, el ministerio de asuntos Exteriores alemán tomó nota de los altercados con sus viajeros nacionales y escribió en su página web a comienzos de marzo que “obtener una visa o exención de entrada no garantiza la entrada a sus ciudadanos después de que varios alemanes fuesen detenidos en la frontera recientemente.
Unos días después, ocurrió lo mismo con el arresto y posterior expulsión de un científico francés del Centro Nacional de Investigación en su vuelo a Houston (Texas) para asistir a una conferencia.
Según la versión francesa adelantada por AFP, las autoridades estadounidenses le impidieron el paso tras encontrar en su teléfono “opiniones personales” críticas contra Trump en conversaciones con amigos y compañeros de profesión ―precisamente acerca de su política de inmigración―. Washington, en cambio, desmintió esta versión, argumentando que el expulsado vulneró un contrato de confidencialidad con el centro de investigación estadounidense con el que colaboraba. Infobae España ha preguntado al servicio de Asuntos Exteriores si también revisará sus recomendaciones de viaje a EEUU pero, en el momento de publicación de esta pieza, no ha obtenido respuesta.