
El Gobierno ha asegurado que los militares que contrajeron sarna durante el despliegue para paliar las consecuencias de la DANA, que azotó numerosas poblaciones de Valencia y provocó la muerte de 219, el pasado octubre, fueron diagnosticados y tratados “en tiempo” y siguiendo las directrices del protocolo en vigor. Así lo ha explicado en una respuesta escrita remitida al Congreso tras ser indagado al respecto por diputados de Vox.
“El Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa ‘Capitán Médico Ramón y Cajal’, en cumplimiento de sus funciones de vigilancia epidemiológica, hace seguimiento de las enfermedades declaradas y notificadas al mismo. Todos los casos están perfectamente diagnosticados, los contactos identificados y la enfermedad tratada en tiempo y bajo el protocolo infeccioso en vigor, habiéndose dado cuenta de los mismos al Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa”, han afirmado desde La Moncloa.
No obstante, en su respuesta, el Ejecutivo no detalla el número de militares afectados por la enfermedad. En este sentido, a principios del pasado febrero, el Ministerio de Defensa había negado la existencia de un brote de esta enfermedad entre los efectivos de las Fuerzas Armadas en Valencia y señalado que solo se habían contagiado de la enfermedad dos soldados. De igual manera, desde el departamento que lidera Margarita Robles sostuvieron que estas personas se habían infectado previo a su participación en la tareas de limpieza, rechazando la posibilidad de que la afección fuera consecuencia de las condiciones habitacionales del personal desplegado.
No obstante, la versión del Gobierno se contrapone por lo denunciado hace más de un mes por la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), desde la cual se señaló que los soldados contagiados se habían dirigido, en un principio, al servicio médico militar disponible sobre el terreno valenciano, pero que allí no se les informó que padecían sarna. De hecho, según aseguró en aquel momento a Infobae España Marco Antonio Gómez, presidente de ATME, los efectivos fueron diagnosticados una vez regresaron a sus unidades y tras acudir al servicio de Urgencias de la sanidad pública. Desde ATME tampoco precisaron el número de individuos afectados.
Días antes, la asociación había criticado las condiciones de alojamiento de los militares desplazados a Valencia. Según la organización, los militares se veían obligados a pernoctar en tiendas de campaña y literas de lona, un alojamiento que consideran insuficiente para garantizar el adecuado descanso tras turnos de cerca de 12 horas diarias. Ante esta situación, ATME cuestionó por qué no se habían instalado módulos de contenedores apilables, que ofrecen mejores condiciones de protección y comodidad.
Equipos de protección
De igual manera, el Gobierno ha destacado que, “desde un primer momento”, tanto la Unidad Militar de Emergencias (UME) como el resto de Unidades de las Fuerzas Armadas (FAS) han contado con “los equipos de protección individual (EPI) necesarios. ”Las medidas preventivas que se han tomado para proteger a nuestros militares se corresponden con la aplicación de los protocolos de seguridad y la puesto a disposición de los EPIs necesarios a los intervinientes", ha detallado el Ejecutivo.