
Frente a las mañanas ajetreadas y las prisas que nos acompañan en el día a día, las cafeteras de cápsulas han supuesto una adición esencial en muchos hogares y oficinas que permiten ahorrar unos minutos durante la jornada. La comodidad que ofrece este producto, que tan solo exige poner agua, introducir una cápsula de café ya preparada y darle a un botón para obtener un espresso perfecto las ha convertido en un artículo estrella en España, donde las cápsulas se han convertido ya en uno de los cafés más comprados en los supermercados.
Las cafeteras de cápsulas son ya la elección del 47% de los españoles, por delante del café molido (34%) y el café soluble (14%), según una encuesta elaborada por Tiendeo en 2023. Pero el cuidado y mantenimiento de esta máquina puede dificultarse para algunos usuarios. A diferencia de otros modelos, como la italiana o la francesa, no es desmontable, pero su limpieza sigue siendo esencial y necesaria para obtener un buen café y evitar que el electrodoméstico se estropee.
Para mantener un buen funcionamiento de esta máquina, es primordial seguir las instrucciones del fabricante, pero de forma general, habrá que llevar a cabo un proceso de descalcificación.
Cuándo descalcificar la cafetera
Algunos fabricantes, como De’Longhi o Dolce Gusto, indican a sus clientes que el proceso de descalcificación debe llevarse a cabo cada tres meses. Pero es importante estar atento a las señales de la máquina, que pueden indicarnos cuándo es verdaderamente necesario.
Uno de los primeros indicios de que una cafetera necesita limpieza es el cambio en el sabor del café, que puede volverse más aguado y perder la característica espuma que muchos consumidores valoran. Este síntoma, aunque común, suele ser ignorado por los usuarios, quienes a menudo no prestan suficiente atención al cuidado de este pequeño electrodoméstico.
Métodos para descalcificar la cafetera

Para llevar a cabo una correcta descalcificación, se debe retirar primer la última cápsula de café utilizada. Después, habrá que preparar una mezcla de agua con descalcificador e introducirla en el depósito de agua de la cafetera. Una vez preparado, solo quedaría activar el método de descalcificación, normalmente pulsando los dos botones (café largo y café corto) al mismo tiempo.
Este proceso permite que la solución de limpieza circule por los circuitos internos de la cafetera, eliminando los residuos acumulados. Una vez finalizado, es importante vaciar y limpiar el depósito de agua para eliminar cualquier rastro del descalcificador.
Si no se tiene este producto, pueden utilizarse algunas alternativas caseras, como una mezcla de agua y limón o agua y vinagre, aunque es aconsejable comprobar la viabilidad de estos métodos con el fabricante antes de aplicarlos. En cualquier caso casos y tras dejar reposar la cafetera unos 15 minutos, habrá que limpiar el depósito de agua, llenarlo y activar la cafetera para eliminar los restos de limón, vinagre o descalcificador del sistema.
Mantener la cafetera
La descalcificación no es el único paso que habrá que dar si se quiere mantener bien la cafetera de cápsulas. Para asegurar un sabor perfecto en cada toma, es aconsejable limpiar de cuando en cuando los circuitos de la cafetera, dejando pasar agua por ellos para retirar los restos de café. Para ello, simplemente deberás activar el mecanismo sin introducir ninguna cápsula en el sistema. Otro método de limpieza es vaciar y cambiar cada mañana el depósito del agua de las cafeteras.