
Un juez en Barcelona ha desestimado la solicitud de detener la publicación del libro titulado El Odio, del escritor Luisgé Martín, en el que José Bretón, condenado por el asesinato de sus dos hijos, relata los hechos. Según informó EFE, la decisión judicial se fundamenta en las dudas sobre la competencia territorial del tribunal para abordar esta petición. La obra, que será publicada por la editorial Anagrama, había sido objeto de controversia tras la intervención de Ruth Ortiz, madre de las víctimas, quien solicitó medidas legales para evitar su distribución.
El pasado 21 de marzo, la Fiscalía de Menores de Barcelona presentó una solicitud para suspender provisionalmente la publicación y distribución del libro. Esta medida buscaba que se entregara una copia o borrador del texto a la fiscalía para examinar su contenido antes de que llegara al público. La petición fue trasladada desde la Fiscalía de Córdoba, donde Ortiz presentó inicialmente su queja, hacia la de Barcelona, dado que allí se encuentra la sede social de la editorial responsable.
En el auto del juez, considera una “solicitud inaudita parte” la petición de la suspensión de la publicación del libro demandaba por la Fiscalía con el argumento de “examinar su contenido y emitir un dictamen”. Sostiene que la medida cautelar pretende preservar el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores y de la madre pero que los documentos aportados para justificar su necesidad “no son adecuados para ello”, pues son artículos periodísticos donde se hace referencia al libro.
Ninguno de ellos muestra el contenido del libro, por lo que el juez dice que “es absolutamente imposible poder hacer un juicio provisional” y determinar ni siquiera el género del libro, una cuestión de especial trascendencia a la hora de ponderar los límites de la libertad de expresión.
Por todo ello, el juzgado de Primera Instancia número 39 de Barcelona ha resuelto en el auto denegar la medida solicitada por la Fiscalía para suspender de manera provisional la publicación y distribución del libro, que en principio estaba prevista para el miércoles 26 de marzo.

La madre de los niños, Ruth Ortiz publicó una carta en la que pedía “no dar voz a los asesinos”. Mensaje que fue compartido por la ministra de Igualdad, Ana Redondo quien, además, añadía que “no se puede revictimizar más a la víctima” y ponía a su disposición la ayuda del Ministerio de Igualdad.
La decisión de detener la distribución
La editorial Anagrama había decidido detener temporalmente la distribución del libro mientras consultaba con sus abogados. Esta decisión se produjo tras la advertencia de Ruth Ortiz, quien manifestó su intención de emprender acciones legales si el libro llegaba a publicarse. Ortiz, quien ha sido una figura central en el caso desde el asesinato de sus hijos, expresó su preocupación por el impacto que la publicación podría tener en su vida y en la memoria de los menores.
El juez encargado del caso argumentó que no era posible determinar con claridad si el tribunal de Barcelona tenía la competencia necesaria para resolver la solicitud.
El libro El Odio ha generado un intenso debate público debido a su contenido, en el que José Bretón confiesa los crímenes por los que fue condenado. Bretón fue hallado culpable en 2013 por el asesinato de sus hijos, Ruth y José, de seis y dos años respectivamente, en un caso que conmocionó a España. Según los informes del juicio, Bretón planeó y ejecutó los asesinatos como una forma de vengarse de su exesposa, Ruth Ortiz, tras la separación de la pareja.
La publicación del libro plantea cuestiones éticas y legales sobre los derechos de las víctimas y sus familias frente a la libertad de expresión y la publicación de obras literarias. La madre de los menores ha insistido en que la obra no solo vulnera su privacidad, sino que también perpetúa el dolor causado por los crímenes.
La editorial Anagrama dijo el viernes que este libro “se aleja y rechaza cualquier intención que no sea la de presentar al lector la maldad del asesino sin justificar ni exculpar el crimen”, y que comprende la sensibilidad que puede suscitar pero que la literatura siempre ha tratado realidades complejas y dolorosas.