
Blanca Suárez es una de las actrices más queridas del cine español. La madrileña de 36 años ha representado 17 películas y 12 series que la han erguido como una de las intérpretes con más talento del país. Sin embargo, no todo el mundo sabe que la actriz que se dio a conocer con El Internado comenzó su andadura en la actuación en un grupo de teatro: “Me gustaba mucho. Mis amigos iban y eran felices. Era como una cosa de pandilla”, ha asegurado en una entrevista con el periodista de Vanity Fair, Juan Sanguino.
“Todo eso derivó en ir a una escuela y en ir por los bares haciendo cabarets en una pequeña compañía”, ha compartido Suárez. Esos primeros pasos la llevaron a hacer su primer casting y a hacer su primera interpretación en Eskalofrío en 2007. Su primera película hizo que otros directores y productores se fijaran en ella para llegar a interpretar a Julia Medina en El Internado, donde el resto del mundo terminaría de enamorar de ella y de su gran talento.
El estrellato de esa interpretación incluso ha llegado a día de hoy. “Me sorprende mucho es que hay gente muy joven, pero cuando digo muy joven es personas de diez años que me paran" para decirle que están viendo el programa de televisión. A pesar de su gran reconocimiento como actriz, la madrileña ha reconocido ser “accesible” y “abierta”, pero “no soy una persona que cuente sus mayores intimidades”, ha explicado en la entrevista. Asimismo, Blanca afirma no ser “hermética”; sin embargo, “mis cosas o mis conversaciones íntimas las tengo con mi entorno, no con personas desconocidas”.
“La bola empezó a crecer y aquí estamos”

Después de su papel como Julia Medina, Suárez protagonizó otros trabajos como Norma en La piel que habito, Ainhoa Montero en El barco o Carla en Perdiendo el Norte. A partir de ahí todo “se complicó en el buen sentido. La bola empezó a crecer y aquí estamos”, le ha comentado a Sanguino. De esta manera, la madrileña, que ha tenido un hueco especial en Las chicas del cable o en Jaguar, estrenará el próximo 4 de abril su nueva película: La huella del mal.
El largometraje es un thriller que le ha permitido a su producción grabar por primera vez en la historia en nada más y nada menos que en Atapuerca, uno de los enclaves más importantes del mundo por los yacimientos arqueológicos descubiertos en 1976. El preciado lugar, que ha permitido dar grandes avances en el estudio de la evolución humana, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, lo que ha impedido hasta el momento grabar cualquier metraje allí. Por este motivo, la actriz ha reconocido haber tenido “una oportunidad enorme” por grabar “lo justo” en un lugar “tan brutal”.
Blanca considera que les permitieron hacer esta grabación porque no tocaron nada y por “portarnos superbién”. “Nos acercamos a las excavaciones un poco”, ha confesado. El motivo que les llevó a vivir este gran privilegio viene de la ambientación de “la novela y después el guion” de Manuel Ríos San Martín. Además, la madrileña ha destacado que los recibieron “con los brazos abiertos y han sido supergenerosos”.
El dilema entre la maternidad y la demanda social
Continuando con la entrevista, la actriz de La piel que habito ha agradecido a Manuel Ríos “la generosidad de plasmar ya no solamente la vida del personaje, sino en las propias secuencias, explicarle y adentrar al público en la vida más personal”. Y es que “no solamente es una inspectora de policía, es una tipa que se lo curra mucho en su trabajo, que ha hecho muchos sacrificios”. De hecho, la producción adentra al público en sus dilemas de maternidad. “Arrancamos la película con un momento muy íntimo, personal de ella, que es bueno en esa cosa de: ‘Quiero formar una familia, no quiero...’”, ha explicado.
En este momento el entrevistador ha aprovechado para preguntar a Suárez por la intromisión de muchos periodistas en su vida privada, lo que ha hecho que ella misma tenga esas dudas: “¿Es la sociedad que me lleva a esto? ¿Es mi pareja? ¿Soy yo que no quiero? A lo mejor no quería”, ha expresado. Y es que es algo a lo que muchas actrices se enfrentan “en un momento de nuestra vida”. La actriz ha asegurado que ha vivido esto “en mis carnes desde que empecé en mi trabajo”.
Prácticamente, cuando comenzó a tener contacto con la prensa “a los 20, 21 años o así me han preguntado. Entonces es raro e incluso perturbador ver como tú misma lo integras”, ha sentenciado. De este modo, Blanca ha aclarado que “llegará un momento en mi vida en que me tenga que plantear esto. Y dices: ‘Hoy no ha salido de mí, ha salido de la sociedad’“.
Sus relaciones más comentadas

Algo similar ha ocurrido con sus relaciones sentimentales, pues también han suscitado interés para los medios desde sus inicios. Su primera relación conocida fue con el actor Javier Pereira, con quien estuvo hasta febrero de 2011. Ese mismo año comenzó una relación con Miguel Ángel Silvestre, con quien compartió reparto en la película The Pelayos. El vínculo, que se prolongó durante tres años, fue seguido de cerca por la prensa y terminó en febrero de 2014.
Poco después, se le vinculó con el cantante Dani Martín, exvocalista de El Canto del Loco. Aunque la relación fue breve, pasaron juntos el verano de 2014. Aunque fue suficiente para dejarnos el videoclip de Emocional del cantante, donde aparece Suárez. Posteriormente, la actriz centró su actividad profesional en varios proyectos televisivos y cinematográficos, y a finales de ese período se la relacionó con el actor Peter Vives, conocido por su interpretación en El tiempo entre costuras.
En los años siguientes, la madrileña se relacionó otros tres años con el actor Joel Bosqued, hasta 2018 cuando comenzó su noviazgo con Mario Casas. Los actores, que trabajaron juntos en El barco, finalizaron su año y medio de relación en septiembre de 2019. En la actualidad, la madrileña está inmiscuida en un vínculo sentimental con Javier Rey, una unión que nace en 2020, justo después de coincidir en El verano que vivimos.