
Los casos de tuberculosis van en aumento en todo el mundo y España no es una excepción. Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis (fuiTB) han mostrado su preocupación por el avance de esta enfermedad en el país, que afecta a 8,2 personas por cada 100.000 habitantes según los datos de 2023, un 11,4% más que en 2021.
La tendencia creciente de esta afección se remonta al 2022 y, a la espera de los datos de 2024, los informes preliminares apuntan a un aumento de la incidencia en Barcelona, Madrid y Sevilla. Cataluña es, de hecho, la comunidad que lidera la tasa de contagios, con 12,3 personas afectadas por cada 100.000 habitantes en 2023.
La comunidad autónoma vivió recientemente uno de los peores casos de tuberculosis de los últimos años, que terminó con el contagio de 25 personas. El brote, que actualmente está siendo investigado por la Generalitat, comenzó a causa de un hombre que se fugó hasta ocho veces del hospital y se negaba a mantener el tratamiento. Actualmente, han aparecido nuevos casos relacionados con este paciente.
Interrumpió 128 veces el tratamiento

Así lo evidencia un estudio epidemiológico publicado en la revista Enfermedades Emergentes y elaborado por el Servicio de Microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona, que no considera que el brote esté cerrado a día de hoy. En la investigación han participado todos los equipos sanitarios que atendieron al paciente, que no fue controlado hasta que ingresó en un centro penitenciario.
El inicio del caso se remonta al 20 de diciembre de 2022, cuando el afectado acudió a las urgencias del Hospital Vall d’Hebron por síntomas respiratorios. El hombre, de origen peruano, se encontraba en situación irregular y vivía en un piso okupa, donde tuvo un contacto estrecho con una mujer enferma de tuberculosis. Tras confirmar el diagnóstico, los médicos lo ingresaron en planta, pero el paciente se fugó a los tres días.
Dos meses después, acudió nuevamente a urgencias, donde volvieron a iniciar el tratamiento contra la tuberculosis, pero huyó del hospital al día siguiente. El hombre siguió la misma tendencia durante más de medio año hasta que, finalmente, fue detenido el 11 de julio de 2023, por agredir a otras personas y provocar desorden público en estado de embriaguez. Aunque fue tratado inicialmente en el Hospital Universitario de Bellvitge, volvió a fugarse en varias ocasiones hasta ser encarcelado en septiembre de 2023, por razones ajenas a la enfermedad.
En la prisión de Brians-1 y tras recibir 128 dosis de tratamiento, con diferentes interrupciones, el paciente quedó por fin en aislamiento. Finalmente, en septiembre de 2024, se consiguió la curación.
25 contagios a causa de las fugas
El estudio microbiológico del Hospital Trias i Pujol confirmó que este caso estaba vinculado con un brote de tuberculosis que afectaba a otras 25 personas. Los casos se concentraban principalmente en la región de Barcelona Sur, donde se localizaron 15 de los contagios. Un estudio más detallado al respecto confirmó la relación entre los miembros del brote, seis de los cuales se encontraban en un narco-piso y otros cuatro vivían en el mismo vecindario. No se pudo relacionar con otros dos pacientes, pero un tercero resultó ser un sanitario al que habían acudido los miembros del narco piso en más de una ocasión.
El deterioro de las condiciones sociales preocupa a los expertos

Barcelona no ha sido la única afectada: en Sevilla, la tendencia al alza de la tuberculosis parece relacionada con factores como el bajo nivel socioeconómico, problemas de salud mental, consumo excesivo de alcohol y otras drogas y el sinhogarismo. A raíz de estos casos, tanto la SEE como fuiTB han hecho hincapié en la necesidad de “poner atención en el deterioro de las condiciones sociales de los grupos en situación de vulnerabilidad, la escasa conciencia sobre el problema y la insuficiencia de medios de los programas de prevención y control”.
Por ello, reclaman “reconsiderar las estrategias” de control de la tuberculosis para intentar revertir la situación actual. La mejora de la prevención, el diagnóstico, la adherencia al tratamiento y la atención a las desigualdades sociales son claves para ambas organizaciones, que demandan que la tuberculosis ocupe “un lugar prioritario en la agenda de las políticas sanitarias y sociales”.