
El director del colegio Highlands El Encinar, Jesús María Delgado, ha presentado su dimisión luego de que el capellán del centro educativo, el sacerdote Marcelino de Andrés, fuera denunciado por presuntas agresiones sexuales a cinco alumnas menores de edad. Según informó EFE, el sacerdote, de 58 años, fue detenido el pasado 6 de marzo tras la primera denuncia y, posteriormente, otras cuatro familias se sumaron al proceso judicial.
Las denuncias surgieron después de que una de las niñas relatara a sus padres que el capellán le hacía “cosas malas” a ella y a otras compañeras. Los padres, preocupados por cambios en el comportamiento de su hija, como terrores nocturnos y malestar físico, decidieron acudir a las autoridades. La policía contactó con las familias de las otras menores mencionadas por la primera denunciante, lo que resultó en la presentación de más denuncias el mismo día.
El sacerdote fue puesto en libertad provisional el 8 de marzo, tras declarar ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid. Como medidas cautelares, se le retiró el pasaporte y se le prohibió abandonar el país, ya que la jueza consideró que no existía riesgo de fuga debido a su arraigo familiar. Desde su detención, el capellán fue apartado de sus funciones en el colegio.
El acusado de 58 años declaró ese mismo día en comisaría y, más tarde, se trasladó el caso a las Unidades de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid, para comprobar si había más víctimas.

En un comunicado dirigido a la comunidad educativa, Jesús María Delgado expresó su pesar por la situación y asumió la responsabilidad de haber mantenido al sacerdote en el cargo, a pesar de las inquietudes planteadas previamente por algunas familias. “Quiero expresar a quienes se sienten defraudados y abatidos por la decepción que comparto el dolor que ellos sienten. Pido perdón por todo este dolor”, escribió el exdirector. Además, señaló que el colegio debe iniciar una nueva etapa enfocada en sanar el daño causado y restaurar la confianza de la comunidad.
El ya exdirector del colegio está citado a declarar como testigo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid, desde donde se dirige la investigación sobre la presunta agresión sexual.
El vínculo del capellán con Marcial Maciel genera controversia
El cura había generado dudas entre algunos padres debido a su relación cercana con Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y reconocido pederasta. De Andrés fue secretario personal de Maciel en los últimos años de vida del fundador de la congregación, lo que despertó recelos en la comunidad educativa.

El sacerdote llegó al Highlands El Encinar en septiembre de 2022 para cubrir una vacante, tras haber trabajado previamente en otro colegio de Madrid en 2015 y haber participado en campamentos escolares organizados por el centro durante los últimos tres veranos. Según explicó Delgado en una reunión con los padres el pasado 10 de marzo, el capellán no tenía antecedentes ni denuncias previas al momento de su contratación.
Tras la dimisión de Delgado, la dirección del colegio será asumida por Marilú Álvarez, miembro consagrada de los Legionarios de Cristo y actual instructora de formación de Bachillerato en el centro desde 2019. En un comunicado adicional, el presidente de los colegios de los Legionarios de Cristo en España, Javier Cereceda, aseguró que la institución se compromete a realizar una revisión profunda de su cultura organizacional para garantizar una política de “cero abusos”.
“Vamos a redoblar nuestro empeño sin ahorrar esfuerzos para hacer una profunda revisión de nuestra cultura institucional y para seguir impulsando una cultura de cero abusos”, afirmó Cereceda en el comunicado.
Avances en la investigación judicial
El proceso judicial continúa avanzando, y la jueza a cargo ha ordenado que las menores sean entrevistadas en un entorno seguro para evitar que tengan que repetir su testimonio en el futuro. Las niñas relataron a sus padres que el sacerdote les hacía regalos, las llevaba a lugares apartados del patio y les impedía marcharse cuando intentaban hacerlo.
El informe policial recoge la conversación de una de las niñas con sus padres: “El padre Marcelino a veces nos molesta”. La víctima alerta de que el cura les dice que tienen que hacer “bromas”, “que hicieran cosas malas sin contarlo, que eran secretos”.
Además, se ha solicitado el análisis de varios dispositivos electrónicos incautados al sacerdote durante su detención, con el objetivo de recabar más pruebas que puedan esclarecer los hechos. La jueza también ha citado a declarar a dos docentes del colegio, a quienes una de las menores habría contado lo sucedido.