
Los beneficios que puede traer la nacionalidad de un país justifican muchas veces el esfuerzo que implica obtenerla. Sin embargo, este proceso suele ser complejo y varía de manera significativa dependiendo de la región del mundo donde se solicite. En España, por ejemplo, se concedieron más de 221.000 nacionalidades el pasado año, mientras que 20.099 solicitudes de nacionalidad por residencia fueron denegadas, según los últimos datos publicados por el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.
Obtener un pasaporte español no solo acarrea acceder a derechos y beneficios exclusivos, sino también a la posibilidad de iniciar un proceso de migración más extenso hacia la Unión Europea. Este documento permite a su titular ejercer la libertad de movimiento dentro de los países miembros, convirtiéndose en un acceso directo a la ciudadanía europea y las ventajas que conlleva.
Tiempo de residencia exigido
Por regla general, los extranjeros deben acreditar diez años de residencia legal y continuada en el país para acceder a la nacionalidad por esta vía. Sin embargo, este plazo se modifica según la procedencia o condición del solicitante. Por ejemplo, ciudadanos de países iberoamericanos, así como de Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal y los descendientes de sefardíes, pueden optar a la nacionalidad tras residir solo dos años en España. Este beneficio también aplica a los refugiados internacionales, aunque en su caso, el tiempo requerido es de cinco años, una medida que busca proteger y promover la integración de este colectivo en el territorio español.
En cambio, el período para aspirar a la nacionalidad española puede reducirse a un año en circunstancias específicas, como en el caso de personas nacidas en territorio español o para quienes, por algún motivo, no adquirieron la nacionalidad por opción.
Los documentos que se deben entregar
Entre los requisitos fundamentales para solicitar la nacionalidad española, es imprescindible presentar el certificado de empadronamiento, así como documentos que demuestren la residencia legal en el país. Según el Ministerio de Justicia, será necesario incluir la Tarjeta de Identidad de Extranjero (TIE) o el Certificado de Registro de Ciudadano de la Unión Europea, dependiendo del estatus migratorio del solicitante.
Además, se debe aportar un pasaporte completo y vigente, acompañado por el certificado de nacimiento del país de origen y un certificado de antecedentes penales que abarque los lugares donde el solicitante haya residido previamente. Todos estos documentos serán tramitados a través de la plataforma electrónica del Ministerio, tras realizar el abono de una tasa administrativa de 104,05 euros, según establece la normativa correspondiente.
Realización de dos exámenes
Para avanzar en el proceso, los solicitantes deben proporcionar evidencia de su integración en la sociedad española, incluyendo la participación en dos exámenes. Se requiere presentar los resultados del examen CCSE (Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España) que evalúa el conocimiento del aspirante sobre la Constitución Española, los valores y las instituciones del país, al igual que su cultura y sociedad. De igual modo, quienes no provengan de un país hispanohablante deben superar el examen DELE (Diplomas de Español como Lengua Extranjera), que certifica su nivel de competencia en el idioma español. Por tanto, quedarán exentos de superar esta última prueba los solicitantes que provengan de países hispanoparlantes, no debiendo demostrar el dominio del idioma.