Beatriz de York en una imagen de archivo (Yui Mok -WPA Pool / Getty Images)El pasado 22 de enero la casa real británica anunciaba el feliz nacimiento de la segunda hija de la princesa Beatriz, Athenea, a quien tanto ella como su marido, Edoardo Mapelli, esperaban con muchas ganas. Se trataba de un nacimiento que llenó de alegría a la familia, especialmente porque su madre pasó unos meses complicados antes de conocerla. Así lo ha confesado ella misma en un ensayo que ha escrito para la versión británica de Vogue, en la que ha contado cómo fueron los meses previos al parto.
El motivo de su preocupación fue que los médicos le advirtieron de que la niña podría nacer antes de lo previsto. “Nada te prepara para el momento en que te das cuenta de que tu bebé va a llegar antes de tiempo. Hay tan poco control. ¿Habrá complicaciones? ¿Llegará sano? ¿Cómo compaginarás el resto de la vida familiar mientras intentas mantener a un pequeño ser humano sano y salvo?”, se pregunta las páginas del citado medio.
Como bien ha contado a Beatriz, lo único que podía hacer era confiar en su equipo de médicos, pues era consciente de que ellos iban a hacer todo lo posible para que la niña superase “esos primeros días tan difíciles”, si bien era consciente de que podía no salir bien.
Beatriz de York junto a su hija en una imagen de redes sociales. (instagram.com/edomapellimozzi)“La incertidumbre te deja con un miedo abrumador al desconocido” continúa Beatriz, que empezó a preocuparse después de que en unas ecografías vieran que “nuestro preciado bebé necesitaba un seguimiento cercano y comprendimos que debíamos prepararnos para una llegada temprana. Lo que aprendí en este proceso ha sido una elección de humildad: comprender mucho más sobre nuestros extraordinarios cuerpos humanos, pero también sobre todo lo que desconocemos”.
En el ensayo, la hija del príncipe Andrés reflexiona sobre la salud femenina y, aunque reconoce que ha vivido con privilegios, la situación que ha vivido la equipara con el resto de mujeres del mundo. “He tenido una vida fuera de lo común, pero mis alegrías y miedos durante el embarazo y la maternidad son los mismos que experimentan millones de mujeres en todo el mundo”, escribe Beatriz de York. Por eso, cuenta que estuvo “despierta durante las semanas previas al parto, intentando controlar cada movimiento del bebé en mi barriga”.
Athena, hija de Beatriz de York y Edoardo Mapelli, en una imagen compartida por su padre en redes sociales. (Edoardo Mapelli Mozzi/Handout via REUTERS)Y aunque se define como una mujer “optimista tecnológica”, reconoce que esta situación le ha demostrado que a veces no es suficiente. Por eso mismo, quiere ir más allá porque “con esta experiencia en mente y siguiendo mi propia experiencia con el embarazo, me he convertido en una madre primeriza apasionada que quiere trabajar para encontrar respuestas para las mujeres de todo el mundo”.
Sobre su hija, la nieta de Isabel II cuenta que “Athena llegó sana unas semanas antes de la fecha prevista. Era tan pequeñita que tardé varias semanas en secarme las lágrimas de alivio y en sentir que la vida con nuestra bebé sana era real. Sus pies eran diminutos, casi del mismo tamaño que las patas de uno de los conejitos de peluche de mi hija mayor. Me alegra enormemente informarles de que ella se encuentra muy bien", cuenta sobre el bebé.
“Tengo algunas respuestas más sobre lo sucedido, pero aún no tengo una explicación precisa. Al recordar esos meses de profunda preocupación, me llena de determinación que se puede hacer más para ayudar a otras personas a encontrar respuestas a las cuestiones sobre las complicaciones que pueden provocar un parto prematuro; dudas que marcaron mis días (y mis noches) durante el embarazo”, termina la princesa británica que se ha propuesto aprender todo lo posible sobre este asunto y compartirlo con otras mujeres que lo necesiten.