
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha anunciado, este miércoles 19 de marzo, el derribo de 6 viviendas en dos de las zonas más inundables de la provincia: Guadalvalle y Altea. A pesar de que muchas de las casas de estos municipios están vacías desde la última riada, las autoridades desalojaron los municipios la jornada anterior debido a los preavisos de posible descarrilamiento del cauce del río Guadalquivir. Esta decisión ya fue tomada en años anteriores por fuertes inundaciones en 2010 y 2013, donde fue inevitable la demolición de 14 viviendas y otras medidas drásticas en el urbanismo, tal y como ha explicado el diario Córdoba.
Después de seis borrascas en los últimos tres meses, la zona es insostenible, lo que ha hecho que el alcalde haya tomado la decisión de proceder al derrumbamiento de los domicilios. Asimismo, Bellido ha explicado que todas las operaciones se harán con mano “quirúrgica” en un trabajo conjunto con la Fiscalía de Medio Ambiente, pues solo un juez puede autorizar la demolición de una edificación. Por este motivo, ha anunciado una aplicación judicial, pero también social, que tenga en cuenta a los propietarios de los inmuebles afectados.
De este modo, cuando finalice la emergencia climática que ha azotado a la provincia en los últimos meses, Bellido se reunirá con el fiscal jefe, Fernando Sobrón, con el fin de analizar la solución planteada y solicitar la colaboración del Ministerio Fiscal. Igualmente, el gobernante municipal tiene en cuenta la esperada respuesta a las personas afectadas por esta iniciativa y que vayan a perder una vivienda.
Las medidas preventivas para las zonas de riesgo

Tras la amenaza de las últimas borrascas que han azotado a la península, Laurence y Martinho, el comité asesor del Plan de Emergencia Local de Córdoba, ha decidido tomar medidas preventivas en las localidades más vulnerables. La reunión de urgencia, donde se decretó el nivel 1 de Emergencia Local parcial, se produjo en la noche del 17 al 18 de marzo. De esta manera, no solo se desalojaron Guadalvalle y Altea, sino que el comité decidió evacuar a la población de Ribera Baja (Alcolea), Camino de Carbonell y el asentamiento del Molino Ciego (Arroyo Pedroche). Estos son los territorios más cercanos al río y que, por tanto, tiene un mayor riesgo de inundación.
A pesar del destrozo que han ocasionado las borrascas, el temporal parece que no azotará los próximos días a la provincia andaluza, según las predicciones de la AEMET. Por lo que el alcalde podrá reunirse con el fiscal para idear el plan de derrumbamiento. Con ello, se harán nuevas evaluaciones en las zonas de riesgo con los datos de los últimos desbordamientos. “Ya sabemos dónde llega el agua cuando el río alcanza 4,28 metros”, ha indicado Bellido.
De esta manera, los expertos podrán idear un proyecto que se adecue al terreno de Guadalvalle, Altea y Ribera Alta, que fueron las más afectadas tras el aviso del lunes por la noche. Pero también otras delimitaciones como la calle de La Barca en Alcolea o la barriada de Majaneque, que a pesar de estar en pleno casco urbano, obtuvieron fuertes consecuencias.
Igualmente, en el año 2026 se podrá observar una propuesta del ayuntamiento de Córdoba y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que tiene como objetivo una limpieza en profundidad del río Guadalquivir. Se harán actuaciones en los entornos del cauce de la provincia que servirán como medidas preventivas en caso de nuevas crecidas del río. Además, el órgano correspondiente a Cuenca se ha comprometido a encauzar los arroyos de la Sierra, por lo que una vez se vean los resultados, el ayuntamiento de Córdoba deberá conectar sendos arroyos con los colectores de agua de Emacsa.