
La seguridad vial es una de las principales preocupaciones de los últimos tiempos en España. Se ha invertido en posibles formas de mejorar, con medidas sofisticadas o campañas publicitarias. Desde decisiones con un impacto directo en la circulación, como los test de alcoholemia o los límites seguridad, a las medidas que buscan concienciar.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado todo tipo de proyectos, con algunos con más resultados que otros. Los vídeos de concienciación especialmente explícitos tuvieron un primer impacto muy fuerte, por la impresión de ver ese tipo de imágenes en televisión.
Otro proyecto que lanzó la DGT en los últimos años es la “línea verde”. Se basa en una cuestión psicológica, pues parte de la ilusión óptica como método para reducir la velocidad de los conductores. Se inició en Castilla y León, y ya se plantea extender a otras comunidades.
Cómo y dónde nace la idea
Este plan consiste en pintar una visible línea verde junto a las líneas que delimitan las carreteras, de forma paralela. Esto genera una sensación de estrechamiento en los ojos de los conductores, lo que les lleva a levantar el pie del acelerador. Además de las líneas, se incluyen unas señales verticales a modo de recordatorio.
Lo cierto es que no se trata de una idea original de la DGT. Se inspira en medidas implementadas en Suecia y Países Bajos, donde se habían logrado unos resultados prometedores que empujaron a replicar el concepto en otros países.
De esta manera, la DGT arrancó este proyecto en 2016. Lo hizo de la mano de la Junta de Castilla y León, con la intención de probar en carreteras de esta comunidad las líneas verdes. Las calzadas elegidas son dos vías de la provincia de Palencia, la CL-613 (Palencia-Sahagún) y la CL-615 (Palencia-Guardo). Ahora, espera poder extender esta idea por el país, si supone resultados positivos.
¿Qué se busca con esta idea?
De esta forma, se busca transformar tramos específicos de carreteras convencionales, sin necesidad de recurrir a sistemas de control de velocidad físicos o electrónicos. Al igual que con las campañas publicitarias, la DGT espera reducir el riesgo de accidentes mediante cambios en la actitud de los conductores y su forma de circular.
Esta primera experiencia en Palencia supuso una innovación en la búsqueda de nuevos métodos menos intrusivos para gestionar la seguridad vial. La DGT confía en que la disminución de los accidentes a largo plazo pasa por este tipo de prácticas, antes que introducir más controles y normas restrictivas.
La DGT explica que con las líneas verdes se espera recordar el peligro a los conductores. “No hay multas por no reducir la velocidad al ver las líneas verdes, pero ignorar su propósito puede aumentar el riesgo de accidentes, especialmente en tramos peligrosos“, asegura en un comunicado.
Por tanto, es una medida que combina el efecto que produce de forma inconsciente, y la concienciación. La combinación de las dos cosas puede convertirlo en una nueva característica muy habitual en las carreteras de todo el país.