Ozempic para la diabetes, la obesidad y ahora también para el embarazo: “No mejora la fertilidad, pero sí ayuda a perder peso”

El exceso de peso es uno de los mayores obstáculos para conseguir el embarazo. La endocrinóloga María del Pino Navarro explica a ‘Infobae España’ que los fármacos para perder kilos pueden ayudar

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Ecografía de una mujer embarazada.
Ecografía de una mujer embarazada. (Shutterstock España)

Casi una de cada cinco parejas en España no pueden tener hijos. Los casos de infertilidad son cada vez más frecuentes, y por ello proliferan las clínicas de reproducción asistida. De acuerdo con la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el problema de fertilidad se diagnostica pasados 12 meses en los que la pareja ha buscado el embarazo sin utilizar protección.

La situación tampoco mejora en el plano global. Una de cada seis parejas tiene problemas para tener descendencia de forma natural. Son datos que aporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reconoce la infertilidad como una enfermedad que puede afectar tanto al aparato reproductor masculino como al femenino.

Tras esta preocupante tendencia se hallan varios factores responsables, que van desde la edad de la primera gestación hasta el estilo de vida. Dejando de lado la limitación del reloj biológico (que ejerce más presión sobre las mujeres), la ola de infertilidad y subfertilidad que arrasa España y otros países occidentales llega de la mano de la que es, para muchos, la enfermedad del siglo XXI: la obesidad.

Un macroestudio liderado por la OMS y publicado en The Lancet en marzo de 2024 mostraba unas cifras alarmantes. Desde 1990, el número de personas con obesidad en todo el mundo se ha duplicado, rozando el triple. En los niños y las niñas, la tasa se ha multiplicado por cuatro. En el caso de España, una investigación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) indicaba que el 55,8% de la población adulta tiene sobrepeso y el 18,7%, obesidad.

Por qué la obesidad complica el embarazo

Ante el incremento de los casos de obesidad, la comunidad científica ha centrado buena parte de sus investigaciones en esta enfermedad tan influyente en la fertilidad. Esta se entiende no solo por la dificultad para conseguir el embarazo, sino también por los problemas derivados. Es decir, que abarca desde la capacidad para lograr la fecundación natural hasta el recién nacido sano.

“La obesidad es un factor deletéreo para la fertilidad y eso lo sabemos desde hace mucho tiempo”, matiza la doctora María del Pino Navarro, responsable de la Unidad de Endocrinología del Instituto Bernabeu, en una entrevista con Infobae España. Según la experta, la probabilidad de tener problemas de fertilidad es hasta un 20% mayor cuando existe exceso de peso.

La doctora María del Pino
La doctora María del Pino Navarro, experta en endocrinología y fertilidad del Instituto Bernabeu. (Cedida)

El sobrepeso afecta de forma distinta al hombre y a la mujer. Mientras que en el caso de los hombres la obesidad altera la producción seminal y la calidad del semen, en ellas no solo se ve perjudicada la calidad de los ovocitos (y, por tanto, de los embriones), pues también “se producen dificultades para tener ciclos normales y una ovulación correcta”.

Los perjuicios en la fertilidad derivados de la obesidad no se terminan una vez que se consigue el embarazo, ya que “la receptividad endometrial se ve afectada y propicia la aparición de abortos. Aparte, el hecho de que la mujer tenga obesidad favorece otras condiciones, como la aparición de diabetes gestacional o de preeclampsia”.

Ozempic, el ‘llamador’ de la cigüeña

La popularización de medicamentos con el principio activo de la semaglutida para la pérdida de peso ha desatado un fenómeno conocido como “bebés Ozempic”. Miles de mujeres colonizaron las redes sociales denunciando que fármacos como Ozempic o Wegovy les habían provocado embarazos no deseados. Ante la controversia, la compañía Novo Nordisk ha reconocido que no se hicieron pruebas de la semaglutida en mujeres embarazadas o con intención de estarlo durante los ensayos clínicos. En el propio prospecto del fármaco, recomiendan no consumirlo “durante el periodo de lactancia, pues se desconoce si pasa a la leche materna”. Tampoco se menciona ninguna afectación a la fertilidad.

Lo que les ocurrió a estas mujeres fue que haber adelgazado mejoró su fertilidad. Es decir, Ozempic en sí mismo no mejora la fertilidad, pero adelgazar sí lo hace. “El fármaco te ayuda a perder peso y eso es lo que te coloca en una mejor disposición para conseguir el embarazo”, explica la doctora Del Pino Navarro. De hecho, las mujeres que se operaban de cirugía bariátrica se quedaban embarazadas de forma inesperada porque recuperaban la fertilidad con la pérdida de peso.

“Con estos fármacos, cuando se usan en mujeres en edad fértil y con obesidad, ellas se confían porque tienen problemas de fertilidad. Pero al perder peso pueden quedarse embarazadas porque están expuestas al medicamento. Eso son los niños sorpresa”, aclara la doctora. Por ello, mientras se recibe un tratamiento con Ozempic u otro medicamento de semaglutida, se ha de tomar algún método de contracepción si no se busca el embarazo.

En una entrevista con Infobae España, el doctor Daniel J. Drucker, padre del fármaco Ozempic y Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica 2024, alegó que era deber de los médicos avisar a las mujeres de la posibilidad del embarazo si empezaban con el tratamiento: “Para algunas mujeres es una alegría, porque querían quedarse embarazadas y no podían. Para otras, quizás sea un shock porque no querían estarlo”.

La obesidad severa es una enfermedad crónica, compleja y con una alta prevalencia, que se asocia frecuentemente con otras enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes o enfermedades cardiovasculares.

Perder peso “de forma rápida y segura”

Para la endocrinóloga, no hay dudas: recomienda “totalmente” el tratamiento de Ozempic para lograr el embarazo. Desde hace años, el Instituto Bernabeu intenta que las pacientes con obesidad que buscan someterse a un tratamiento de fertilidad pierdan entre el 10% o el 15% de su peso. Sin embargo, no siempre era posible alcanzar ese objetivo. “Desde el advenimiento de la semaglutida y otros análogos de GLP-1, se ha vuelto más fácil. Ponemos el tratamiento y las pacientes pierden peso de forma rápida y segura. Con eso mejoramos el pronóstico reproductivo”, explica la experta.

No obstante, mientras se está recibiendo el tratamiento, la gestación está contraindicada. Una vez que se alcanza el peso seguro, se suspende la administración de Ozempic y se lleva a cabo un periodo de lavado antes de realizar la transferencia embrionaria. Por ello, la doctora Del Pino Navarro recomienda esperar unas cinco semanas después de la última dosis.