Imagen de archivo de un avión de Ryanair. (Kacper Pempel/Reuters)Un Boeing 737 de la aerolínea Ryanair, en su trayecto desde Szczecin (Polonia) hacia Londres-Stansted, vivió un incidente alarmante en los últimos días, según ha revelado un informe de la Air Accidents Investigation Branch (AAIB), tras concluir su investigación. El avión, con 178 pasajeros a bordo, experimentó una pérdida abrupta de altitud equivalente a 167 metros, lo que lo llevó a un espacio aéreo no autorizado y lo acercó peligrosamente a un helicóptero. Una acción que, de no haber sido rectificada, podría haber terminado en tragedia.
De acuerdo con la AAIB, el acontecimiento fue resultado de un “procedimiento incorrecto”, pues el comandante del vuelo descuidó la supervisión del avión mientras vigilaba las acciones del copiloto. “Las distracciones y las decisiones rápidas pueden provocar la pérdida del control de una aeronave, incluso por un periodo breve”, detalló la investigación del organismo.
Sin embargo, los errores no solo involucraron a los pilotos. Los controladores del tráfico aéreo, que tenían la responsabilidad de monitorear el vuelo, tampoco notaron el descenso debido a que estaban “concentrados en coordinar la salida del siguiente vuelo”, según indicó el reporte. Esto agravó la situación, dado que la aeronave invadió un espacio aéreo no previsto, incrementando el riesgo durante esos tensos momentos.
El término técnico que clasifica este tipo de eventos, conocido como “level bust”, describe la pérdida de altitud que llevó al Boeing 737 a infringir los niveles de vuelo asignados y entrar en áreas reservadas para otras aeronaves. Este cruce fortuito con el helicóptero, que operaba fuera del espacio aéreo controlado cerca del aeropuerto londinense de Stansted, es lo que convirtió al incidente en un caso de alto riesgo de colisión aérea. “El avión descendió de manera brusca pero breve, sin autorización”, enfatizó el informe.
Medidas y peso de maletas en Ryanair en 2024: esta es la normativa del equipaje de mano El informe de la AAIB también resaltó que este espacio aéreo no controlado en el que operaba el helicóptero es particularmente delicado, ya que las aeronaves en estas áreas no siempre son visibles para los radares de los controladores aéreos.
A pesar de la gravedad del incidente, el informe no revela si se tomaron medidas disciplinarias en contra de los responsables implicados, ya sean los controladores aéreos o los propios pilotos del vuelo. De cualquier forma, la AAIB subrayó la necesidad crítica de minimizar todo tipo de distracción dentro de las cabinas y torres de control. Según declaraciones de su equipo, uno de los principales aprendizajes de este evento es reforzar la vigilancia sobre las prioridades en momentos clave. “El comandante estaba más pendiente de las acciones del copiloto en lugar de las del avión”, señala el documento. Otros especialistas insisten en que es necesario realizar simulaciones y entrenamientos más exhaustivos para prevenir una repetición de incidentes de esta índole.
Finalmente, aunque el desenlace del vuelo evitó lo que hubiese sido un accidente fatal, el análisis destaca una serie de fallos operativos que podrían considerarse representativos de máximas preocupaciones para la seguridad aérea internacional. Este caso refuerza la importancia de la implementación de mejores prácticas y protocolos más estrictos tanto para la tripulación como para los equipos en tierra.