
No toda inversión en defensa debe suponer la compra de más y mejor armamento. Esta idea, no obstante, nada tiene que ver con el desagrado expresado por Pedro Sánchez y Giorgia Meloni sobre el término rearme, sino sobre la necesidad de fortalecer una parte fundamental para el correcto funcionamiento de las fuerzas armadas de cualquier país: el personal militar. En este sentido, en un momento marcado por una creciente inestabilidad geopolítica y una renovada apuesta de Europa por el gasto en defensa, la Aeronautica Militare de Italia ha alertado de un problema estructural que amenaza con comprometer sus capacidades operativas: la pérdida de más de 11.500 efectivos en los próximos cinco años.
Así lo ha denunciado la el sindicado de la fuerza aérea italiana (SIAM, por sus siglas en italiano), que reclama medidas urgentes para frenar el progresivo debilitamiento del personal militar. Según la organización, la fuerza aérea del país transalpino se enfrenta a una “hemorragia natural de personal sin reemplazo”, provocada por la jubilación y la finalización de servicio de miles de militares que alcanzan el límite de edad. Esta rotación, aseguran, no está siendo compensada con políticas de reclutamiento adecuadas. La falta de nuevos ingresos se traduce en una plantilla insuficiente para afrontar los desafíos técnicos y operativos actuales.
“El rearme europeo avanza, pero se olvida del elemento humano”, señala el SIAM en un comunicado de prensa en el que propone un análisis crítico de la situación. Mientras la Unión Europea prevé destinar unos 800.000 millones de euros a defensa en los próximos años, motivada por el debilitamiento del respaldo militar de Estados Unidos y el contexto de guerra en Ucrania, en las bases aéreas italianas el déficit de personal se agrava.
Uno de los sectores más afectados es el del mantenimiento aeronáutico. La complejidad técnica de los sistemas de armamento y aeronaves de última generación exige personal altamente cualificado y en constante actualización. La falta de recursos humanos podría dejar a la Fuerza Aérea con una flota tecnológicamente avanzada, pero sin la capacidad suficiente para mantenerla operativa.
Más armas, pero nadie que las empuñe
“Podríamos encontrarnos con herramientas modernas sin quien las opere. Es la paradoja de un rearme centrado en lo material pero que ignora a quienes lo hacen posible”, advierte el sindicato. Además, recalca que conceptos como disuasión, preparación operativa o autonomía estratégica pierden sentido sin una planificación sólida en materia de personal, formación y condiciones laborales.
De igual manera, el sindicato recuerda que ha trasladado esta preocupación al Jefe del Estado Mayor de la Defensa de Italia, el general Luciano Portolano, en una reciente reunión en la que también participaron otros sindicatos del sector. Según SIAM, el problema afecta a todo el territorio nacional y a todas las ramas de las Fuerzas Armadas italianas, provocando sobrecargas laborales cada vez más frecuentes para el personal que permanece en servicio activo.
El comunicado incide en la necesidad de abrir un debate serio sobre las políticas de reclutamiento. Reclama redefinir los criterios de selección, aumentar el número de plazas disponibles y adoptar medidas que hagan más atractiva la carrera militar para las nuevas generaciones. También plantea la actualización de salarios y normas de protección profesional, que, según el sindicato, llevan dos décadas sin revisarse.
“Sin decisiones concretas, incluso los mejores sistemas de armas pueden convertirse en contenedores vacíos”, alerta el sindicato. En ese sentido, SIAM se ofrece como interlocutor para contribuir a un cambio que, en su opinión, ya no puede posponerse.