Un usuario de patinete eléctrico ha sido indemnizado con más de medio millón de euros después de ser atropellado: sufrió un traumatismo craneoencefálico severo

El patinete eléctrico fue alcanzado por una furgoneta que daba marcha atrás para salir de un aparcamiento

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un atropello a un usuario de Vehículo de Movilidad Personal. (Compramos tu siniestro)

Desde hace unos años, los patinetes eléctricos forman parte de la estampa habitual del tráfico en las carreteras españolas. A pesar del auge de estos vehículos frágiles, pertenecientes al grupo de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), muchos de los conductores de vehículos motorizados no se han acostumbrado aún a su presencia en el asfalto, dando lugar a atropellos que pueden provocar daños irreversibles e, incluso, la muerte, debido a la casi inexistente protección -únicamente el casco- que sus usuarios emplean.

Con relación a esto último, recientemente se ha conocido el acuerdo económico alcanzado entre un usuario de patinete eléctrico y la aseguradora del vehículo que le atropelló.

Fue atropellado mientras el vehículo daba marcha atrás

Los derechos de los usuarios de VMP en España han adquirido especial relevancia tras una decisión judicial relacionada con un accidente provocado por el uso de un patinete eléctrico. Un residente de Illescas, en la provincia de Toledo, de 44 años, recibió una indemnización histórica que ascendió a 545.000 euros después de que un accidente de gravedad cambiara radicalmente su vida. Según explicó Abelardo Moreno, especialista en lesiones cerebrales y representante legal de la víctima, esta resolución servirá como precedente para futuros hechos similares.

Los hechos se remontan al 6 de junio de 2022, cuando el usuario de VMP circulaba por una calle céntrica del municipio manchego en dirección a su lugar de trabajo. En un momento dado, se produjo el fuerte impacto, el cual fue causado por la furgoneta que estaba yendo marcha atrás para salir de un estacionamiento, sin advertir de la presencia del patinete eléctrico, embistiéndolo de forma repentina.

El impacto proyectó al conductor del patinete hacia el suelo, donde golpeó su cabeza contra el asfalto. Aunque llevaba puesto un casco de protección en ese momento, la violencia del choque fue suficiente para provocarle un traumatismo craneoencefálico severo. Tras la operación, el afectado pasó meses hospitalizado y tuvo que enfrentar un prolongado y complejo proceso de rehabilitación para recuperarse de las secuelas físicas y neurológicas.

Mueren 241 personas en las carreteras españolas durante este verano.

Los problemas de movilidad y la pérdida de memoria, junto con las dificultades para realizar tareas cotidianas, se han convertido en una constante en la vida del hombre a raíz del accidente sufrido. Las lesiones no solo alteraron su rutina diaria, sino que también tuvieron un profundo efecto en su ámbito laboral y personal, limitándole la capacidad de mantener su empleo y de vivir de manera autónoma.

Acuerdo de indemnización histórico

La familia del afectado estuvo enfrentando durante meses intensas negociaciones con la aseguradora vinculada al vehículo implicado, exigiendo que esta asumiera la responsabilidad civil por las consecuencias del siniestro, hasta que se logró acordar la cifra de 545.000 euros como compensación para reparar los daños personales y patrimoniales derivados del siniestro. En todo el proceso, la defensa argumentó que el conductor de la furgoneta involucrada había incurrido en una maniobra que calificaron como negligente y que resultó decisiva en el desencadenamiento del accidente.

Para proteger a los conductores de patinetes eléctricos y regular la seguridad vial en este nuevo contexto, las medidas aprobadas por el gobierno constan de la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil, la creación de un registro público para identificar a los propietarios y el uso obligatorio del casco.