
Gracias a las redes sociales es posible echar un vistazo a las vidas de los famosos. Si bien algunos tienen una presencia mucho menor o se dedican a compartir contenido profesional, otros tantos no tienen problema en mostrar su lado más personal y mostrar, por ejemplo, como son sus hogares. Un buen ejemplo es Marta Pombo, quien suele postear a diario a sus más de un millón de seguidores.
Además de planes o proyectos, la pequeña de las Pombo suele mostrar partes de su día a día, que es además de lo que más gusta a sus followers. En la ecuación no falta su familia, compuesta por su marido, Luis Zamalloa, y sus tres hijas, Matilda, María y Candela, con los que vive en un piso de Madrid tan funcional como moderno del que ha mostrado algunos retazos.
Si bien es celosa a la hora de mostrar su hogar, a lo largo de los años ha ido compartiendo algunos post en los que ha mostrado rincones que sorprenden por su naturalidad, funcionalidad y comodidad. Tres atributos perfectos para una vivienda en la que hay tres bebés.

El salón es el centro de la casa, es anexo a la cocina y está presidido por un sofá de color beige y líneas rectas que decora con diferentes cojines a contraste. Justo detrás cuelga un cuadro sencillo en blanco y negro y, alrededor, diferentes muebles de madera que aportar ese toque cálido y hogareño. La decoración también es sencilla y Marta suele aprovechar para poner flores frescas que aportar un punto de color.
Pero lo primero que se ve al entrar es el recibidor, decorado con un gran espejo de marco de madera que ha sido protagonista de alguna que otra fotografía de la influencer. Gracias al espejo se puede apreciar que al fondo está la zona de comedor, además se puede ver una lámina de un cuadro de Pilsferrer con la imagen de un perro salchicha envuelto en un pan de hot dog.

Con tanto bebé en casa también son necesarios espacios que llamen al relax. Así es una de las zonas más acogedoras, un rincón presidido por una butaca orejera de color crudo en la que Marta ha posado alguna vez junto a sus hijas, leyendo un libro mientras disfruta de su contacto. En imágenes como esta se pueden apreciar las paredes blancas y los suelos porcelánicos de efecto madera.

En cuanto al dormitorio principal, este tiene un cabecero de madera oscura que rompe ese tono beis presente en toda la casa. En esta parte de la vivienda se puede jugar un poco más con el color gracias a las sábanas de la cama, pues lo aceptan todo. El espacio se completa con dos mesillas de noche bajas, a juego con el cabecero.
Un segundo hogar en Cantabria
Además de este piso de Madrid, Marta tiene un segundo hogar en Cantabria, donde su familia pasa los veranos desde hace décadas. Se trata de una vivienda que construyó junto a su hermana mayor, Lucía, aledaña a la que ya tiene su hermana María Pombo.
Se encuentra en la localidad de Galizano, rodeada de naturaleza y con vistas a la naturaleza. De techos altos, cuenta con vigas vistas y una decoración sencilla en todos crudos, blancos y verdes que le dan un punto acogedor.