
Ante la existencia de un agente contaminante en un producto alimenticio, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) divulgó una alerta sanitaria en el que instan a la población en general a que evite su consumo.
Si bien la AESAN cuenta con alertas que podrían afectar únicamente a consumidores específicos, en esta ocasión va enfocada a la población en general, debido a su repercusión sanitaria o por su posible distribución al consumidor final.
A través de su página oficial, las autoridades alimentarias emitieron la Alerta por presencia de Salmonella en torreznos procedentes de España. (Ref. ES2025/156)
La AESAN describió el nivel de peligrosidad del contaminante encontrado, así como las consecuencias de su consumo y qué hacer con el producto en caso de tenerlo en casa.
Alerta sanitaria
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha sido informada por la comunidad autónoma de Castilla - La Mancha a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), de la presencia de Salmonella en torreznos de las marcas Frit Ravich y Sun Snacks.
Se recomienda a las personas que tengan en su domicilio los productos incluidos en esta alerta se abstengan de consumirlos.

¿Qué hacer en caso de una alerta alimentaria?
Cuando la AESAN difunde una alerta sanitaria lo hace con el fin de notificar a los consumidores de un producto potencialmente peligroso que podría estar en sus casas.
En el caso de que el alimento contaminado descubierto por las autoridades se encuentra en tu alacena, se sugiere seguir los siguientes tres pasos:
1. Verificar la información: existe mucha información falsa rondando por internet, si tienes dudas sobre la alerta sanitaria y su veracidad acude a la página oficial www.aesan.gob.es.
2. Valora el riesgo: Determina si eres susceptible de verte afectado por esa alerta. Muchas de las alertas que se publican van dirigidas exclusivamente a personas con alergias o intolerancias alimentarias y no a la población en general.
3. Comprueba el producto: Revisa que has adquirido o consumido el producto específicamente implicado en la alerta alimentaria. Debes fijarte en las características mencionadas en la propia alerta, por ejemplo en su fecha de publicación, en la denominación del producto, el peso y sobre todo, el número de lote o fecha de caducidad o consumo preferente.
Si el producto coincide exactamente con las especificaciones recogidas en la alerta y eres población potencialmente afectada no lo consumas, devuélvelo al punto de venta si conservas el ticket de compra para su reembolso o cambio y/o acude a un centro de salud si presentas alguna sintomatología compatible tras haberlo ingerido.